Se lo debemos a nuestros niños

Este martes se celebra en México el Día del Niño, celebración que nace para reafirmar los derechos de los niños.

Este martes se celebra en México el Día del Niño, celebración que nace para reafirmar los derechos de los niños y crear una infancia feliz para un desarrollo pleno e integral como ser humano.

A nivel internacional, la ONU decretó el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño.

En México, de acuerdo con el Censo 2020 del INEGI, hay en México 38.2 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 17 años de edad, esto es, el 30 por ciento de la población de México, en una numeralia donde el 51 por ciento, son varones.

La finalidad del denominado Día del Niño es visibilizar los derechos de la niñez a ser feliz, entendiendo por ser feliz, según creo, el vivir en un hogar con amor, sin violencia; yendo a la escuela, jugando.

Pero resulta que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, en un estudio del 2020, arroja que existían en el país 19.5 millones de niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza, destacando entre las carencias sociales, la seguridad social, servicios de salud, alimentación, servicios básicos en la vivienda.

Cito como primer indicador la Seguridad social pues el porcentaje de niños, niñas y adolescentes sin acceso a un seguro médico, asciende al 58 por ciento.

La pobreza o estrechez en casa lleva a dos circunstancias: la deserción escolar y el trabajo infantil.

En el país hay 3.7 millones de personas de cinco a 17 años que trabajan, según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 del Inegi.

De ese total, 2.1 millones de los menores laboran en una ocupación no permitida o peligrosa, por ejemplo, en la construcción, minas, sector agropecuario, bares o cantinas.

Hoy, que nuestro país está en proceso electoral, pongamos atención a lo que los y las candidatas ofrecen para mejorar el nivel de vida de las familias, especialmente para que la niñez, de acuerdo a sus derechos universales, vivan, como ya se ha dicho, en un entorno seguro y feliz.

Como padres de familia, podemos sin duda poner de nuestra parte, arropándolos con mucho amor porque las heridas que hoy abramos en sus vidas, sin duda se notarán en su vida adulta.

Lise Bourbeau, en su libro "Las 5 heridas que impiden ser uno mismo" se refiere al rechazo, el abandono, la humillación, la traición y la injusticia y todas ellas surgen del miedo o de una oposición inconsciente que no nos permite vivir en unidad.

Es difícil lograr la armonía para dar a nuestros niños días memorables, pero no es imposible y en honor a la verdad, no todo es cuestión de dinero.

A propósito del Día del Niño, interioricemos sobre el modo en que convivimos, lo que decimos y cómo tratamos a nuestros niños y niñas. Realmente merecen crecer en un círculo de calidez.

Y por supuesto, el próximo dos de junio, salgamos a votar para exigir de nuestros gobernantes políticas públicas que beneficien a nuestros pequeños y a nuestras familias.