La salud empieza con el compromiso de cuidar nuestro cuerpo y de valorar la vida. Tener una vida sana requiere buenos hábitos, alimentación nutritiva, ejercicio físico y tener acceso a servicios de salud de calidad. Todo lo anterior para tener un adecuado desarrollo físico, emocional y mental.
La salud personal está íntimamente relacionada con el entorno, la educación y el sistema público de salud. Si vivimos en un ambiente contaminado, podremos enfermar; así mismo, si no aprendemos la importancia de una vida sana y manejo del estrés podremos caer en el descuido de nuestro cuerpo.
El gobierno juega un papel estratégico en su responsabilidad de que nuestro derecho a la salud se pueda ejercer para tener acceso oportuno, aceptable, asequible y de calidad a los servicios de salud en el país.
El Gobierno dicta la política pública para la prevención y tratamiento de enfermedades; para asegurar condiciones favorables relacionadas con los factores de movilidad social y pobreza multidimensional; para la asignación de recursos profesionales, económicos y de infraestructura física para el ejercicio médico y de investigación; para diseñar y operar sistemas de suministro de información, monitoreo y evaluación; y para la atención de emergencias sanitarias.
Bajo estas condiciones, nuestro sistema de salud tiene muchas áreas de oportunidad. No hay una eficiente coordinación entre los hospitales públicos y privados, hay inequidad de atención en los usuarios, baja calidad en el servicio público y escasez de medicamentos y personal. Así mismo, limitada infraestructura en hospitales y clínicas especialmente en las regiones rurales. Además, están los problemas de salud que enfrenta la población.
Revisemos algunos indicadores interesantes que nos llevan a esta conclusión. México tiene la esperanza de vida más baja de las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La pandemia de Covid-19 afectó este indicador al pasar de 75 años en 2019 a 71 en 2021, seis años menos que el promedio de la OCDE que es de 81.
Siguiendo con la OCDE, en infraestructura se tienen .73 camas en instituciones públicas por cada mil habitantes lo cual contrasta fuertemente con las 4.4 para el promedio de países de la organización; México se encuentra en el último lugar.
Las tres principales causas de muerte con datos al 2022, son las enfermedades del corazón con el 21 por ciento, COVID con 16 por ciento y diabetes mellitus con 15 por ciento; México es líder en la prevalencia de diabetes mellitus entre los países de esta organización. Otras causas son los tumores malignos, la influenza y neumonía.
Se estima que el 70 por ciento de las muertes prevenibles puede ser atribuidas a una atención de baja calidad esto es, a personal no calificado, quirúrgicas inadecuadas o crónicas gestionadas de manera inadecuada.
En el tema de la cobertura universal de salud, objetivo de la mayoría de los países, entre 2018 y 2020 se observó un aumento de la población con carencia al acceso a los servicios de salud al pasar del 16 al 28 por ciento lo cual representa un aumento de 20 a casi 36 millones de personas con esta condición.
Para seguir avanzando hacia la cobertura universal de salud es necesario aumentar los niveles de gasto. En México se destina el 3.03 por ciento del PIB a la salud, que se compara con el 3.6 por ciento de la región y con el 6.6 por ciento en los países de la OCDE.
Además, sin inversiones ni modernización regulares, los sistemas públicos de salud no pueden mantenerse al día para enfrentar a las nuevas y emergentes amenazas a la salud.
Siete de cada 10 mexicanos padecen sobrepeso y obesidad. La carga de enfermedades crónicas no mejorará si no se reducen los factores de riesgo como la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol y las dietas poco saludables lo cual demanda de programas preventivos y el cuidado en la alimentación y hábitos de vida saludables.
En cuanto al cuidado personal y de acuerdo con la encuesta nacional de salud y nutrición sólo el 30 por ciento de los mexicanos cumple con la sugerencia establecida de realizar 150 minutos de actividad física a la semana.
En el marco del Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, el diagnóstico del sistema de salud mexicano no es bueno. Hay mucho por hacer empezando con el compromiso personal por tener una vida sana.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com