Robarle un dulce a un niño

Es tan fácil como robarle un dulce a un niño. Bueno, en Nuevo León se les robaron a las y los niños el derecho al agua en sus escuelas

Todos hemos escuchado la frase: Es tan fácil como robarle un dulce a un niño. Bueno, en Nuevo León se les robaron a las y los niños el derecho al agua en sus escuelas.

En plena crisis del agua hubo quién llevo agua a su molino, de manera indignante hubo funcionarios desviando tinacos de las escuelas que más lo necesitaban para lucirse pensando en las campañas de 2024.

En visitas realizadas a escuelas nos dimos cuenta que algunas escuelas recibieron los tinacos, pero no los otros aditamentos necesarios, tampoco el servicio de instalación porque quienes instalaban dejaron de responder llamadas alegando que no se les habían pagado las primeras instalaciones. Ahí se quedaron los tinacos descansando en el suelo.

Lo que no esperábamos es que también desaparecieran tinacos, no son pocos, son 100 los tinacos faltantes. ¿Quién nos va a explicar sobre este tema?

Recordemos que en su momentos diputados, diputadas federales y locales fueron criticados por llevar tinacos a las colonias que más lo necesitaban. Ahora ¿serán las mismas voces las que critiquen el robo de tinacos a las escuelas?

La población de Nuevo León es gente trabajadora que se gana el pan con mucho esfuerzo, que lleva a sus hijos e hijas a estudiar en gran parte en escuelas públicas. Mientras la fuerza laboral produce riqueza para el estado, desde el estado se les traiciona robándoles a sus hijos el derecho básico al agua. Deberían avergonzarse.