La educación es el fundamento básico para la construcción de cualquier sociedad. Según la Organización de las Naciones Unidas, la educación es la inversión única que los países pueden realizar para construir sociedades equitativas, saludables y prósperas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que "Todos tenemos el derecho a la educación".
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, las habilidades y conocimientos en lenguaje, comunicación, matemáticas y las condiciones básicas de educación son clave para que las niñas, niños y adolescentes puedan adquirir nuevos aprendizajes y su uso persiste durante el resto de su vida, con impacto en los empleos que obtienen, en la comprensión de información nueva y en que puedan reconocer y hacer valer el resto de sus derechos.
Según el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social de CONEVAL en Nuevo León muestra que para estar en condiciones de ejercer el derecho a la educación de manera efectiva es necesario:
Contar con una oferta educativa suficiente que abarque todos los niveles de educación obligatoria, que los servicios educativos sean accesibles para personas con condiciones particulares (condición socioeconómica, pertenencia étnica, discapacidad, entre otras), que los planteles cuenten con el mobiliario básico para los alumnos y profesores, que los contenidos de los planes de estudio sean de calidad.
Bajo este contexto, las condiciones básicas que los niños, niñas y adolescentes deben de tener para poder desarrollar sus habilidades en la educación consisten en tener las condiciones óptimas para estudiar. Un adecuado proceso de enseñanza y aprendizaje debe estar rodeado de un ambiente apropiado para poder trabajar y sacar el máximo provecho y eficiencia. Por lo tanto, se debe tener en cuenta todo lo que concierne al ambiente de estudio, como el salón de clases, los pupitres escolares, iluminación, etc.
La importancia de un óptimo mobiliario escolar desempeña un rol fundamental en el aprendizaje. Por ejemplo, un pupitre adecuado contribuye positivamente a la capacidad de concentración y trabajo de los estudiantes, ya que reduce los distractores como lo es una mala postura.
Las niñas, niños y adolescentes que tienen mayor capacidad de escribir con la mano izquierda, y no cuentan con un pupitre diseñado para ellos, tienden a hacerlo con el cuerpo torcido y la libreta al revés, además de que al tener que escribir de izquierda a derecha, se van tapando ellos mismos las letras a medida que escriben.
Por todo esto, hicimos un llamado a la Secretaría de Educación Pública del Estado de Nuevo León, para efecto de que emprenda las acciones correspondientes para solucionar este problema, para garantizar el correcto aprendizaje de los estudiantes del Estado de Nuevo León contando en los planteles con los pupitres pertinentes para quienes tienen mayor capacidad de escritura con su mano izquierda.