Para denostar la "Marcha por nuestra democracia", convocada para este domingo, Andrés Manuel López Obrador dijo hace unos días que vivimos en un mundo al revés, ya que quienes la promueven son aquellos que en algún momento fomentaron la corrupción, citando de ejemplo a Claudio X. González.
Como cada vez que tiene oportunidad, evocó su lucha por llegar a la presidencia y rememora cómo le hicieron difícil la vida, cómo le robaron la elección del 2006 y bueno, un panegírico ya masticado por espacio de seis años.
Para él, el mundo de revés lo fue también la marcha ciudadana para defender al INE.
Una vez más, lo fue cuando el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación lo llamaron a mesurar sus contenidos políticos en las tradicionales mañaneras, y él se defendió argumentando que lo buscaban censurar.
"Es como el mundo al revés: ahora que se tiene libertad, la prensa se dedica a atacarnos", dijo hace un par de años, en otra de sus tantas intervenciones matutinas.
En la narrativa presidencial, es de sus frases favoritas. El mundo al revés es todo lo que atenta contra la Cuarta Transformación.
"Mundo al revés" se usa para expresar que algo no presenta su estado o condición habitual. Se utiliza para exponer lo absurdo, lo que rompe la lógica y lo natural.
Bajo este concepto ¿qué es un estado o condición habitual? ¿qué es lo lógico y lo natural? ¿qué es mundo enderezado?
Lo lógico es que las niñas y las mujeres de México puedan vivir en un mundo libre de violencia. Y, sin embargo, diez mujeres pierden la vida en nuestro país cada día.
Lo natural es que el Ejército se dedique a proteger a los mexicanos y a coadyuvar en la lucha contra el narcotráfico. No obstante, es el mayor contratista del país, la ejecución de las obras de mayor envergadura está en manos de las Fuerzas Armadas.
En un mundo enderezado o no al revés, se promovería la transparencia, se lucharía eficazmente contra la corrupción; en cambio, se alían para desaparecer órganos autónomos, como en su momento borraron del mapa más de un centenar de fideicomisos y hoy por hoy, no hay partidas para atender desastres naturales, no hay un sistema apto, fuerte y seguro, en tema de salud y deporte, por decir lo menos.
En un mundo vertical, se privilegiaría la democracia y no se cuestionaría una marcha.
Se daría prioridad a la salud; no se le daría la espalda a cinco millones de nuevoleoneses radicados en la zona metropolitana de Monterrey que se ven perjudicados por la contaminación de Pemex.
De la "Marcha de la Democracia", AMLO dice por un lado que este movimiento demuestra que se vive en un país libre, pero por el otro, llama a la concurrencia "alcahuete". Su corcholata mayor, hoy candidata oficial de la 4T a la Presidencia, llama a los 30 mil asistentes al Zócalo capitalino "hipócritas".
Sí, vivimos en un mundo al revés y más que una frase sexenal, lo importante sería averiguar quién está abajo; quién arriba; quién a la derecha, al centro o a la izquierda. Cuál es la intención de cada cual y en el mundo de la política y del servicio público, quién resuelve a lo que más de cien millones de mexicanos reclaman, sienten, necesitan.
El 2 de junio está cada vez más cerca ¿habrá quién enderece el mundo? ¿o seguiremos padeciendo en un mundo al revés?