Entre broma y broma, la verdad se asoma, dicen por ahí. En México, lo que hoy es una linda blusa que hizo de nuestras salidas, paseos y convivencias lindos recuerdos por atesorar, un día, de repente, nos aburre y la encajonamos. Claro, si fue nuestra madre quien la compró, seguro nos dirá que la obsequiemos a una hermana menor, quien después de un tiempo también la guardará. Pero en casa se nos dirá que sirve para hacer una almohada o en el peor de los casos, se convertirá en trapo de cocina.
Para muchos, esta es práctica común exclusiva de "pobres" en México. Yo lo llamaría una excelente forma de reusar y reciclar, algo que con tanta desesperación nos reclama el planeta.
De acuerdo con Go Trendier, el ciclo de vida útil de una prenda de vestir es de dos años. En México, fácilmente podemos decir que duplicamos o triplicamos esta vida, si tomamos en cuenta que va de hermana en hermana, hasta ir perdiendo su esplendor y llegar a su destino final.
Amén del ahorro que representa al bolsillo, el arte de reciclar o reusar se considera un gran beneficio para el medio ambiente debido a que reduce las emisiones de carbono a la atmósfera.
Además, disminuye la contaminación de ríos y mares, y evita el cultivo excesivo de plantaciones para productos textiles, permitiendo usar esa tierra para otros fines.
Según el informe Pulse of The Fashion Industry , que elabora Global Fashion Agenda, se confeccionan al año 100,000 millones de prendas en el planeta y otras 92 millones de toneladas, es decir, el 87 por ciento de las prendas, acaban en la basura y sólo el 13 por ciento se reciclan.
Hay iniciativas muy diversas que han permitido un segundo uso para las prendas, desde las tradicionales pacas donde hay ropa nueva con pequeños defectos de fabricación, o ropa usada; los tianguis, pero también el comercio a través de Internet donde las piezas en buen estado se venden a un precio más accesible.
Otros esfuerzos vienen de universitarios que organizan sus propias ferias de reciclaje textil y algunas más sofisticadas, de franquicias que reciben ropa en desuso y a cambio te dan descuentos en las compras.
El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, fecha proclamada en 2005 por las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en la que se busca hacer conciencia entre la población sobre la importancia de tratar los residuos como corresponden para proteger el medio ambiente.
Esta fecha nos recuerda que todos podemos hacer algo para resarcir el daño a las fuentes de agua, aire y suelo.
El reciclaje tiene una infinidad de vertientes, la industria de la moda es sólo uno de ellos, uno de los más lucrativos y por qué no, uno de los más disfrutables porque nos permite renovar guardarropa, pero también contribuir con las tres erres: reducir compras o hacerlas de manera más consiente, reutilizar y reciclar.
A propósito de esta fecha, como diría Boney M ¡no matemos al mundo! En la medida de lo posible, donemos (siempre habrá alguien más desfavorecido), sigamos haciendo compras con conciencia. Tomemos los ideales de quienes ya tienen camino andado en el tema del reciclaje para seguir haciendo de nuestro planeta, un gran lugar.