"Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son abominables"
Ernesto Sábato
Los jóvenes son el grupo poblacional al que más tiempo, dinero y esfuerzo dedican los equipos de campaña durante las elecciones por la sencilla razón de que componen el sector poblacional más numeroso del electorado.
Sin embargo focalizar mensajes y estrategias a este segmento no siempre redunda en votos, porque en mucho los estrategas fallan en la interpretación de lo que a los chavos verdaderamente les interesa y así, se dedican a interpretar lo que les dicen en sus sondeos, sin validar si sus preguntas son las adecuadas.
Los jóvenes son propensos a inclinarse en corto por lo "políticamente correcto", pero cuando profundizas te das cuenta de que los valores o ideas que en apariencia defienden, no son tan relevantes al momento de ejercer el voto.
Ayer leí un artículo del Wall Street Journal que afirma que a pesar de que el presidente de los Estados Unidos Joe Biden ha invertido una enorme cantidad de dinero para abordar el cambio climático, a los jóvenes parece no importarles.
Una encuesta del propio medio, que consultó a votantes en siete estados indecisos en marzo, encontró que sólo el 3 por ciento de los votantes entre 18 y 34 años dijeron que el cambio climático era su principal tema, y la mayoría citó la economía, la inflación o la inmigración, lo que va en línea con los votantes de todas las edades; apenas el 2 por ciento citó el cambio climático como su tema principal.
En México tenemos funcionarios de todos los niveles, principalmente alcaldes, que viven centrados en los temas del cuidado del ambiente, creyendo que con ello lograrán las simpatías de los jóvenes, pero puedo asegurar que no es así.
Si una encuesta como la del WSJ se aplicase aquí, con seriedad y una batería de preguntas adecuada, nos daríamos cuenta de que a nuestros chavos les preocupan y ocupan los mismos temas que a la gente de edad adulta: seguridad, movilidad, economía.
En el área metropolitana de Monterrey están preocupados por la escasez del agua, pero no tanto por la contaminación ambiental; lo pueden citar, pero no es una prioridad para ellos.
Un simple cruce de preguntas validado en tres ocasiones nos dará la razón.
Igual ocurre con temas como la promoción en redes sociales. Hoy los candidatos casi centran sus esfuerzos ahí diseñando mensajes para jóvenes y cuando te adentras en el rango de edades de quienes acuden a las urnas te das cuenta de que son verdaderamente pocos los que votan.
Sí, las redes sociales son importantes, pero en un espectro más amplio y mucho más inmediato.
Hay muchos mitos creados en base a la interpretación que los "gurús" le dan a la intención del voto como el caso del cambio climático. Lo cierto es que los disparadores de esa decisión son mucho más profundos que el simplismo que pretenden darles los genios de la estrategia.