Cada año se espera la conclusión de un año y el inicio de otro, con ello se alimenta la esperanza de mejorar en los trabajos, en la familia, en el amor. Cada persona tiene un proyecto de vida y va perfilando hacia donde quiere ir.
Sin embargo, las personas migrantes son un grupo de población que no puede planear el siguiente año, vaya ni siquiera la próxima semana.
Muchas personas abandonan sus hogares para ir tras un sueño, pero en el trayecto encuentran muchas dificultades. A esto se suma que el vecino estado de Texas ha realizado reformas para criminalizar a las personas aunque solo se sospeche de su situación migratoria. Esa reforma se realizó paradójicamente el Día internacional de la migración, dónde se menciona el lema: migrar no es delito.
Esto dificulta la situación para muchas y muchos que detienen su trayecto precisamente en Nuevo León.
Sé que este es uno de los estados donde más se discrimina por diversos motivos, pero en estos días hay que invitar a la sociedad a compartir con quiénes no tienen nada y necesitan todo. En diversos puntos de la zona metropolitana existen albergues que reciben comida, ropa, cobertores y artículos de higiene personal.
Seamos empáticos con quiénes no han encontrado un lugar y a quienes el país vecino les restringe aún más el acceso.
No sabemos que nos traerá el futuro, pero por ahora sí tenemos un plato de comida, un techo y una cama donde dormir debemos sentirnos privilegiados. Seamos agradecidos con nuestra buena suerte y regresemos algo ayudando a otros.