Mahsa Amini

Un día como hoy, dos años atrás, Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años.

Un día como hoy, dos años atrás, Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años, perdió la vida en un hospital en Teherán, tres días después de haber sido detenida por la policía de la moral en Irán.

¿El motivo? incumplir el código de vestimenta que obliga a las mujeres en Irán a portar el velo islámico.

Como aquel día en que se desató una ola de manifestaciones en Irán, la más importante desde la revolución de 1979, mujeres de todo el mundo se han encargado de que la muerte de Amini no sea ni silenciada ni olvidada.

Pero las autoridades tampoco se han quedado de brazos cruzados y cada vez aprietan más el yugo para limitar los derechos fundamentales de mujeres y niñas, y persiguen cualquier activismo en su defensa.

Este domingo, bajo el lema "Mujer, Vida, Libertad", treinta y cuatro reclusas se declararon en huelga de hambre en una prisión iraní para conmemorar a Mahsa Amini y se abstuvieron de comer "en solidaridad con el pueblo iraní que protesta contra las políticas opresivas del gobierno".

Pareciera un hecho aislado, a miles de kilómetros y el pan de cada día en Oriente Medio.

Ni tan lejos, ni tan aislado.

A cierre de mayo, ya se tenía reporte de 246 asesinatos de mujeres mexicanas por razones de género, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; esto es, entre 9 y 10 muertes de mujeres, por día.

Allá o acá, pareciera que ser mujer tiene un precio y en muchos casos, se paga con la vida.

Hoy en que pese a la suspensión provisional el presidente publicó en el Diario Oficial de la Federación la Reforma al Poder Judicial, mi interrogante es si esta decisión contra la que millones se oponen, resarcirá en algo, la justicia hacia las mujeres.

Sí, sí, me queda claro que la Reforma es muchísimo más grande que mi comentario, pero hay que poner sobre la mesa todas las aristas de la ecuación en que las mujeres siguen siendo vejadas y es urgente la impartición de la justicia, las leyes que de verdad pulvericen este flagelo.

Gritar "¡Viva la Independencia!" ahora sí tiene sentido, dijo hace unos días el presidente López Obrador. Claro, lo dice en el contexto de la ya varias veces citada reforma al Poder Judicial, pero la contextualizo en mi ejercicio editorial porque, por cada niña, adolescente o mujer asesinada, hay uno o varios que impunemente andan en la calle a la caza de próximas víctimas.

México tiene más libertades para las mujeres, eso es verdad; nadie nos impone un velo, ni un atuendo, oficio, credo o un horario.

Como sociedad tenemos que seguir pujando para que nuestros legisladores y gobernantes sigan trabajando para brindarnos entornos seguros y solo cuando las estadísticas realmente mejoren, podamos de algún modo rendir homenaje a Amini o a cada mujer mexicana que, si bien es fríamente parte de una estadística, es una madre, hija, esposa, hermana o amiga cuya vida quedó trunca.