Lo que se juega en la Corte

El bloque oficialista (los ministros propuestos por AMLO) está dividido

El escándalo desatado por el presunto plagio de la tesis de licenciatura de la ministra Yasmín Esquivel mediatizó una de por sí complicada y dividida sucesión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El próximo lunes, con la votación para elegir al nuevo presidente de la Corte, el Poder Judicial se juega su autonomía, su presupuesto y también el convertirse en el nuevo enemigo favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ya amagó con impulsar una reforma al máximo órgano de justicia del país. 

Si bien AMLO ya había mostrado su incomodidad -o arrepentimiento- por haber propuesto a algunos ministros y ministras que no han favorecido con sus votos proyectos importantes para su gobierno, como la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica, con el caso de Yasmín Esquivel ahora sí se metió de lleno a la Corte y se convirtió en un actor relevante en la sucesión de Arturo Zaldívar

Toda la semana López Obrador habló del tema del plagio y defendió a Esquivel. Y para evitar que se desvaneciera su intención de convertirse en la nueva presidenta de la Corte, urgió a la UNAM a investigar y dar una conclusión antes del lunes, lo que se ve cuesta arriba, entre otras cosas porque la Universidad no había logrado hacer ubicar a Edgar Ulises Báez, el supuesto plagiado, a quien la ministra acusa de ser el plagiario, para que comparezca. 

Más allá de si la UNAM concluye su investigación antes del lunes o si “absuelve” a Esquivel, se antoja difícil que la ministra sume los votos suficientes para convertirse en la nueva presidenta de la Corte. Si acaso, contaría con el voto de Loretta Ortiz.

La votación, entonces, se vuelve más cerrada y sorpresiva. No se espera que en la primera ronda se “baje” Esquivel o alguno de los otros cuatro que compiten por la presidencia: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez, Alberto Pérez Dayán y Norma Piña. 

Según las afinidades y amistades de los ministros y ministras, la primera ronda de votaciones quedaría así: Yasmín Esquivel, además de su voto, tendría el de Loretta Ortiz; Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena contaría con el de Arturo Zaldívar, el de Juan Luis González Alcántara y el propio; Javier Laynez sería apoyado por Margarita Ríos Farjat; Alberto Pérez Dayán tendría el respaldo de Luis María Aguilar; y Norma Piña el de Jorge Pardo. 

Ninguno se descartaría en automático en la primera ronda de votaciones, por los empates. En la segunda sí podría quedar fuera Esquivel si Loretta Ortiz decide apoyar al otro candidato puntero, Alfredo Gutiérrez, a quien en principio no veían mal en Palacio Nacional, ni el presidente ni el secretario de Gobernación, hasta que López Obrador lo llamó el lunes “el ministro más rico”. 

La ministra Norma Piña y Jorge Pardo podrían declinar a favor de Laynez, quien para la segunda ronda ya tendría cuatro votos, incluido el suyo, los mismos que Gutiérrez Ortiz Mena. 

En la tercera ronda se bajarían Alberto Pérez Dayán y Luis María Aguilar. Ambos podrían ser los definitorios, pero su voto es dudoso. Lo único que queda claro es su animadversión con Arturo Zaldívar, lo que podría afectar a Gutiérrez Ortiz Mena. El voto de Yasmín Esquivel también podría terminar siendo crucial. 

Tres premisas quedan de lo que está pasando con la sucesión en la Corte: la primera, que el bloque oficialista (los propuestos por AMLO: Yasmín Esquivel, Juan Luis González, Margarita Ríos y Loretta Ortiz) está dividido; la segunda, que el presidente López Obrador se metió, aunque muy tarde, en la pelea para incidir en la votación; y la tercera, que el actual presidente Arturo Zaldívar tendrá un peso muy relevante, para bien o para mal, en lo que suceda el lunes. 

En el Poder Judicial a quien ven con mejores ojos es a Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, por su experiencia, carrera y sobriedad, sin embargo, no se tiene claro si el “buen entendimiento” que había entre el secretario Adán Augusto López con el candidato a presidir la Corte se mantiene, o si el presidente López Obrador le terminó de dar el beso del Diablo llamándolo “el ministro más rico”.  ¿Lo dijo para afectarlo o para desligarse de él si llega a convertirse en presidente de la Corte? Varios creen que es lo segundo. 

Posdata

Feliz Año Nuevo. Nos vemos aquí el próximo lunes.

@MarioMal