Estamos a nada de iniciar el ciclo escolar 2023-2024. Este contempla 190 días hábiles de clases y 14 periodos de asueto y comienza justo en una semana, el lunes 28 de agosto, para concluir el 16 de julio del 2024.
Durante la semana previa que es la que corre, personal docente y administrativo se debe apersonar ya en los planteles pues tendrán lugar diversas sesiones del Consejo Técnico Escolar, así como el taller intensivo de formación continua para los profesores de todos los niveles educativos.
Seguro la presente será una semana de últimas compras para aquellos padres que por equis o ye circunstancia no tuvieron oportunidad de adquirir útiles escolares, forrado de libros, calzado y uniformes.
¿Y las autoridades educativas? ¿pueden decir lo mismo?
Las circunstancias con que se cerró el ciclo escolar serán prácticamente las mismas con las que comenzarán, me refiero a la ola de calor.
El gobierno de Samuel García ofreció la instalación de climas; asumo que es pronto para ver una promesa cumplida.
Aunque tener mini splits o algo parecido pudiera ser una excelente medida para que el alumnado estudie en condiciones decorosas, los directivos lo verían con preocupación por partida doble: sería un gran "atractivo" para los amantes de lo ajeno y por otro lado, las cuentas por conceptos de energía eléctrica, se dispararían; el bolsillo de la administración escolar no podrá con una carga tal.
Si la crisis hídrica persiste, como promete ser ¿existen las condiciones para que las escuelas tengan agua suficiente para la ingesta de los escolares, tareas de limpieza y sanitarios?
En este tema, como muchos otros, vamos tarde, tarde, tarde. Se nos llega el día y sigue habiendo cabos sueltos.
Como ya he reseñado, en esta semana las autoridades escolares tendrán tiempo para un check list de los pendientes en cada plantel, empezando por ver en qué condiciones encuentran las aulas tras el receso de verano, que es cuando se da el mayor reporte de vandalismo.
A este rosario de pendientes, habrá que ver en qué concluye la distribución de libros de texto gratuitos, después de tantos dimes y diretes entre el gobierno federal, su séquito de defensores a los contenidos del material académico por entregar, y quienes difieren y alzan la voz para señalar las deficiencias detectadas.
Ya ni me referiré a la suficiencia de aulas; ese es un tema que se viene arrastrando y bajo el candente sol que nos cargamos, lo mejor será no evocar a salones móviles donde el calor se condensa y las consecuencias pueden ser adversas.
No dudo que las madres de familia sean las más agradecidas de que comience el ciclo escolar, que los menores retomen sus horarios y ciclos de sueño y que poco a poco se vaya volviendo a la normalidad tras los años de pandemia y clases en línea.
Y tampoco dudo que los peques del nivel básico agradezcan poder disfrutar la convivencia con sus compañeritos, que el bullicio del patio les suene a "gloria", pero no por ello se puede descuidar el entorno en que se les da la bienvenida.
Crucemos los dedos para que, desde el gobernador, hasta la secretaría de Educación y eslabones de la cadena, hayan hecho su mejor esfuerzo para dar la bienvenida a más de un millón de escolapios en el ciclo escolar 2023-2024 en Nuevo León.