Para Ripley. Quién sabe si haya sido intencional o de plano se les durmió el gallo, pero ahora resulta que a los legisladores locales por andar en todo menos en misa, se les pasó la rola por boba.
Y, es que a casi un año del pretendido juicio político en contra de Javier Navarro Velasco, secretario General de Gobierno y designado encargado del despacho del gobernador, ya no puede ser.
Pues da la maldita casualidad, que a la comisión jurisdiccional que comanda la diputada panista Lilia Olivares Castañeda, se le hizo bolas el engrudo con el almanaque jurídico legislativo.
Lo anterior, toda vez que el proceso que se le pretendía fincar al secretario General de Gobierno, sobrepasó los seis meses que marca la ley, iniciado en noviembre pasado.
Por lo que vale preguntar, qué cosa tan valiosa o tan tediosa ocupó toda la atención de los legisladores envueltos en pleitos con el ejecutivo, que se les pasó el tema de tueste. Ah, raza.
Es más, con eso de que los legisladores locales insisten en enjuiciar políticamente a Javier Navarro, el funcionario dice: Hasta miedo me dan.
Tan es así, que el secretario General de Gobierno y designado encargado del despacho, advierte que por esa y muchas razones, prefiere andar amparado.
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Pero como los pleitos no terminan. Ahora los legisladores locales dictaron un ultimátum al gobernador para que aclare la fecha de separación de su cargo.
Que con eso de las dos fechas que se manejan, se incrementan las dudas y con ello se podría dar pie hasta la solicitud de elecciones extraordinarias en Nuevo León.
Y, que de excederse el plazo que marca la ley, en el mejor de los casos, los diputados del PRIAN solicitarían a las autoridades electorales, agregar elecciones estatales.
Sin embargo como decimos una cosa, decimos otra. Pues resulta que el gobernador sumó su veto 61.
Por lo que aquellas reformas que se hicieron para blindar a diputados y familiares fue parada en seco.
Nos referimos, a ciertos movimientos que los diputados realizaron para que no les dejen caer la mano de la justicia.
Sobre todo, utilizando las bondades que le da la ley a la autoridad en materia de medio ambiente.
Y, que de por si, le ha sacado tremendos calambres a ciertos políticos, contrarios al gobierno en turno.
Al que le sigue lloviendo en su milpita y es fecha que aún no puede deslindarse del pasado es nada más y nada menos que a Jaime Rodríguez Calderón.
Sucede que al Bronco ya le fue revocado un amparo por delitos de abuso de autoridad, por aquello de la requisa camionera en la que se dejó caer como gobernador.
Y, que el amparo promovido contra la vinculación del caso, el juez ordenó realizar de nuevo el procedimiento por inconsistencias detectadas en el proceso.
Por lo que vale recurrir a una mejor asesoría, sobre todo, si se quiere evitar aquellas penosas escenas en las que el ex gobernador lució el traje naranja.
Que el legislador Héctor García se vio más que contento con eso de la designación como consejero de atención a niños autistas.
Que al diputado de Movimiento Ciudadano le dio mucho gusto el nombramiento y que hasta andaba como pavorreal.