Las pequeñas Caracas

Lo que sabemos es que se ha reabierto una negociación directa entre los gobiernos de Estados Unidos y de Venezuela, que no necesitaron a México

Miles de migrantes venezolanos están atorados entre Chiapas y Oaxaca, a la espera de un salvoconducto que les permita llegar a la frontera con Estados Unidos.

¿Qué pasó? ¿Por qué de repente se incrementó de manera dramática el flujo hacia el norte, aun si Washington ya advirtió que serán expulsados si cruzan sin papeles, y que sólo podrán ingresar por vía aérea? Hay al menos cuatro factores en juego:

La invasión rusa a Ucrania ha desestabilizado los mercados energéticos. EU vuelve los ojos a Venezuela —el país con las mayores reservas de petróleo crudo del mundo— cuya producción cayó de tres millones de barriles al día en el año 2000 a apenas 700,000 barriles en junio de 2022. La petrolera estadounidense Chevron no ha salido de Venezuela, y ahora se habla de darle nuevas licencias de operación en el marco de la flexibilización de sanciones para recuperar la producción.

El gobierno del presidente Biden quiere reconstruir su relación con Nicolás Maduro. Obviamente ello significa reconocer el estridente fracaso de su apuesta por Juan Guaidó, quien nunca ha tenido los hilos de la gestión cotidiana del gobierno.

En el marco de los Diálogos de Alto Nivel sobre Seguridad con México, Washington ha logrado en octubre 2022 que México acepte de nuevo ser de facto un tercer país seguro y recibir a los venezolanos que EU expulse, aun si después los abandona.

El gobernante venezolano, a su vez, ha introducido en su país medidas de capitalismo salvaje para resucitar la economía, con lo cual los precios de productos básicos se han disparado. El precio de la gasolina pasó de un centavo de dólar por litro a cincuenta centavos, que sigue siendo irreal, pero tiene un impacto significativo en el resto de los precios de la economía.

En entrevista con el diario El País publicada el 3 de junio, la prestigiada historiadora venezolana Margarita López Maya, sostiene que el Gobierno de Nicolás Maduro ha triunfado en su pulso con la oposición, cuyo ciclo, afirma, se ha cerrado. López Maya apunta: Maduro está tratando de recuperar posiciones, y si puede intentará ganar limpiamente las presidenciales de 2024, prolongando su hegemonía. La oposición no encuentra el camino. Venezuela puede pasarse un tiempo en este marasmo, metida en ese pantano (https://bit.ly/3SlEkg3).

Lo saben los migrantes, y ello impulsa el éxodo. Si prefieren aventurarse por el peligrosísimo tapón del Darién con todos los riesgos que ello implica, es porque la emergencia humanitaria se profundiza y ha generado una diáspora sin precedente en el continente americano. Por ello hay pequeñas Caracas en México, tanto en la frontera sur como en la norte, y también en Bogotá, Lima, Buenos Aires, Santiago de Chile, y hasta en Tenerife.

Lo que sabemos es que se ha reabierto una negociación directa entre los gobiernos de Estados Unidos y de Venezuela, que no necesitaron a México para acordar la liberación recíproca de presos y algunos acuerdos energéticos.

López Maya prácticamente descarta el regreso de Venezuela a 'un sistema de libertades civiles políticas y un Estado de derecho como el que tuvimos en el siglo XX'. 'Este modelo emergente de Maduro tiene campo', afirma. 'Es el modelo de los turcos, de Hungría, son las dictaduras del siglo XXI, con unos visos, unos matices. Esos modelos dictatoriales blandos tienden a ser aceptados'.

Quien tenga oídos para oír, que oiga.

Twitter: @Carlos_Tampico