En 2009 diputadas federales pidieron licencia a sus cargos para dejar el lugar a hombres suplentes. Ese fue un atentado hacia ellas, pero también hacia la democracia y al pueblo que las eligió.
El fenómeno se ha repetido a lo largo del país, en varios momentos, mujeres en el ejercicio de sus cargos han sido presionadas mediante diferentes métodos: mensajes, cartas, con personas mensajeras, en redes sociales, con cuentas falsas o reales, a través de amigos o familiares, los mensajes pueden ser para invitarlas a otro proyecto político o para que renuncien. Infundir miedo, llevar a cabo represalias es una forma de acoso común.
En nuestro país diputadas federales y senadoras han dado pasos agigantados en la protección de derechos político electorales de mujeres, aún falta. En los congresos locales vamos avanzando también.
Se requiere que los próximos candidatos o candidatas no sean personas agresoras, pero sobretodo que los actuales funcionarios respeten las diferencias y no agredan.
No queremos "Juanitas" en Nuevo León, ninguna mujer estorba, ninguna mujer debe moldear su pensamiento para encajar en el proyecto político de los demás. Las mujeres propietarias en cargos deben tener la posibilidad de ejercerlos, las mujeres suplentes tienen todo mi respeto, pero todas tendrán su oportunidad. Debemos cuidar que esas oportunidades futuras vayan acompañadas de paz, respeto y libertad.
Desde regidoras, alcaldesas, diputadas, senadoras, todas merecen vivir en paz y poder desplegar todo su potencial sin obstáculos. Tenemos mucho que aportar a la política y lo hacemos a diario. No pedimos privilegios, sólo que se respeten las leyes que en 2023 ya nos protegen. ¡Ninguna una agresión más! !Ya basta!
Todo mi apoyo a Perla Villarreal.