La marcha ciudadana del domingo pasado en más de 100 ciudades del país, e incluso en el extranjero, fue la marcha del "nosotros", una verdadera manifestación en pro de la democracia del pueblo mexicano.
Fue la marcha de los ciudadanos, de la democracia, de la ética y del honor. Del presente y del futuro.
Fue un verdadero ejercicio ciudadano que de acuerdo con Enrique Krauze equivalió a una jornada electoral anticipada en donde los ciudadanos defendieron su derecho a ser libres y dueños de su destino.
"Ciudadano es lo contrario a una marea o un coro. Ciudadano es una persona, es decir, un individuo con alma, razón y libertad, no un autómata. Una persona con voz y voto, preocupada y ocupada por la cosa pública, por el destino de su entorno, desde el más inmediato (su calle, su colonia, su municipio) hasta su ciudad, su país. Un ciudadano no nace, se hace. Es un yo atento al nosotros, que no se funde ni confunde con el nosotros", señaló Krauze en un editorial.
La marcha expresó el desacuerdo a las reformas constitucionales propuestas el pasado 5 de febrero por Andrés Manuel López Obrador y que su candidata Sheinbaum apoya. Principalmente las personas se manifestaron en contra de la eliminación de las instituciones autónomas, así como por la elección mediante voto popular de consejeros del INE y ministros, magistrados y jueces del poder judicial.
La marcha también fue para exigir que el gobierno y el presidente de la República, no intervengan en las próximas elecciones y que los órganos electorales cumplan con sus funciones. Por supuesto, Andrés Manuel y su pupila preferida, criticaron estas expresiones "es la democracia de ellos, la que defienden, la de los oligarcas, la de los ricos, la democracia de los corruptos" señaló el presidente. Por su parte, Claudia Sheinbaum dijo que "resulta importante señalar la falsedad e hipocresía de aquellos que hablan y marchan por la democracia, cuando en su momento, promovieron, fraudes", el mismo espíritu insultante del jefe.
La "Marcha por nuestra Democracia" no fue para apoyar o criticar alguna candidatura o partido, sino para defender los derechos, sin embargo, fueron inevitables las consignas contra el presidente a quien según las pancartas y gritos lo calificaron como "narco-presidente y traidor".
La Marcha nos recuerda a Fernando Savater que expresó en una de sus múltiples conferencias sobre ética y ciudadanía que "...el ciudadano no puede abandonar sus decisiones en manos de otros. Desde el punto de vista de la ciudadanía, todos somos políticos, todos tenemos que tomar decisiones, todos somos en cierta forma responsables de lo bien o mal que va la sociedad en que vivimos, y desde el punto de vista ético, nadie puede pensar por otro".
Y es que "no hay ciudadanos que se aíslen o que se hurten a la relación con los otros" y "el mundo donde todos los seres humanos participan es en la gestión del presente y sobre todo del futuro, que ese es el mundo de la ciudadanía".
"...Son los demás los que nos hacen humanos, la humanidad no es algo que brote en nosotros con una espontaneidad de flor o de geranio, como algo que brota sin que nadie lo riegue o cultive. Lo que la humanidad es, es una capacidad de una forma de vida que nos damos unos a otros, es, digamos, esa especie de matriz social, el útero de la sociedad, aquel del cual nacemos por segunda vez, nacemos fisiológicamente del útero materno y luego nacemos humanamente, socialmente, de ese útero que forma la comunidad humana en la cual aprendemos el lenguaje, en la cual vemos los rostros de nuestros semejantes y ese es el segundo nacimiento de cada uno de nosotros", señala Savater.
Así, La Marcha fue la expresión del nosotros ocupados en el presente y en el futuro como ciudadanos unidos en un proyecto común que es la democracia de nuestro país.
No hay gobierno que se diga democrático que pueda mantenerse en el poder sin tomar en consideración la opinión pública y la opinión del pueblo. Tampoco hay democracia que se sostenga sin la participación ciudadana.
"...Precisamente porque el mundo no es así es por lo que hay que reflexionar sobre los valores y sobre el tipo de mundo que queremos. Si esto no nos parece bien, ¿cómo quisiéramos que fueran las cosas? Y si las cosas no van a cambiar de golpe de un día para otro, ¿no podría ser que al menos yo y las personas frente a las cuales o sobre las cuales tengo alguna influencia, intentáramos cambiar para comenzar a transformar las cosas en algo distinto, en algo más libre, en algo digamos, más plenamente humano de lo que ahora vemos?", expresa Savater.
"Me llena de esperanza y optimismo ver esta enorme participación" expresó Xóchitl Gálvez.
Fue también la marcha de la conciencia para ir a votar el próximo 2 de junio y salvar al país de lo nefasto que ha sido Morena y la 4T.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com