Detrás del saqueo de recursos más grande que se haya documentado en una dependencia del gobierno federal, ocurrido en este sexenio en Segalmex, aún hay muchas cosas por conocerse para entender cómo fue que, justo en el gobierno que dice que llegó a combatir la corrupción, se pudieron fraudear más de 15 mil millones de pesos al erario, a través de programas alimentarios que fueron utilizados por un grupo de funcionarios de esa dependencia para simular compras y contratos, inflar precios y lograr la autosuficiencia alimentaria y económica, pero no de los mexicanos, sino de los directivos de la empresa pública que tenía esa misión.
Mientras las denuncias y órdenes de aprehensión solicitadas por la Fiscalía General de la República en contra de 22 personas -12 de ellos funcionarios de segundo y tercer nivel, 4 directivos de la empresa beneficiada y 6 que recibieron recursos desviados- empiezan a ejecutarse y apenas han sido detenidos nueve acusados, afloran datos nuevos sobre este desfalco histórico detectado y documentado por la Auditoría Superior de la Federación y difundido desde 2022 por investigaciones periodísticas de medios como Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción, que revelaron cómo se realizó el desvío multimillonario de recursos a través de la simulación de la compra de 7.8 millones de toneladas de azúcar, cómo se pagó por servicios no comprobados de conservación y fumigación de granos y cómo se contrató supuesto equipo de laboratorio y de pesaje con contratos incumplidos, entre muchos otros actos de corrupción.
Un primer dato que sorprende tiene que ver con la afirmación pública que hiciera el presidente López Obrador en su mañanera del pasado 16 de marzo, donde el Presidente defendió a su amigo cercano y mentor, Ignacio Ovalle, exdirector de Segalmex y quien no ha sido acusado de nada, a pesar del megafraude y, por el contrario, se le protegió con un cargo en la Segob: "Ignacio Ovalle, una gente buena desde mi particular punto de vista, que lo engañan, pero a los que recomienda puro priista de malas mañas acostumbrados a robar y los mete y empiezan hacer negocios", dijo en esa fecha el Presidente.
Pues resulta que entre los principales acusados por el saqueo de Segalmex está el exdirector de Administración y Finanzas, René Gavira Segreste, quien por cierto estaba prófugo y acaba de obtener el pasado jueves un amparo definitivo que le otorgó un juez federal del Estado de México, por lo que no podrá ser detenido por el momento. René Gavira dista mucho de ser un "priista de malas mañas" como afirmó el Presidente, porque fue recomendado e impuesto en ese cargo nada más y nada menos que por Raquel Buenrostro, la actual secretaria de Economía del gabinete presidencial.
El acusado y amparado, quien es considerado pieza clave en los desvíos millonarios, llegó a ese cargo por su cercanía con la señora Buenrostro, quien en 2019, como Oficial Mayor de Hacienda, era la encargada de todo el sistema de compras del gobierno federal y, por instrucciones del Presidente, fue ella quien designó a la mayoría de los directores de Administración y Finanzas de las dependencias federales, posiciones en las que colocó a gente de su confianza con la idea de tener un contrapeso o cuña en todas las áreas administrativas para controlar a los titulares. Todas las áreas que manejaban recursos económicos importantes para las compras, ellas los elegía y le reportaban directamente.
Es decir, que además de no ser "priista de malas mañas", René Gavira tampoco fue colocado en ese puesto por el director de Segalmex, Ignacio Ovalle, sino por la cercanísima del Presidente, Raquel Buenrostro. Incluso, hasta antes de ser acusado y de darse a la fuga, en sus redes sociales el acusado Gavira Sagrese publicaba fotografías donde aparecía él abrazando a López Obrador y presumía su cercanía con el mandatario.
Hay también una versión de fuentes confiables, que asegura que fue el mismo Ignacio Ovalle quien acusó directamente al director de Administración hoy amparado ante López Obrador por los faltantes, las simulaciones y las transas que se estaban cometiendo por parte del funcionario recomendando por Buenrostro, como una forma de deslindarse del tema, y que por esa razón, al exdirector de Segalmex no lo imputaron y el Presidente le pidió al secretario Adán Augusto que lo colocara como coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.
El otro dato que empieza a aflorar y que hasta ahora no aparece en las investigaciones de la Fiscalía General de la República, tiene que ver con el envío de alimentos a Cuba y Venezuela que habrían salido, precisamente, de Segalmex. En el caso venezolano, la ayuda alimentaria que mandaba el gobierno de López Obrador a la dictadura de Nicolás Maduro, se disfrazaba con el programa "Petróleo por Alimentos", que fue revelado en un documento oficial de la Sedena, obtenido durante el hackeo de las Guacamayas, en que se habla de ese programa de "ayuda humanitaria" a Venezuela que, según el periodista Raymundo Rivapalacio, se realizó a través de la empresa mexicana Libre Abordo, que enviaba a Caracas 210 toneladas de maíz, aparentemente de los faltantes del multimillonario fraude en Segalmex, además de mil cisternas de agua potable, a cambio de 2 millones de barriles de petróleo que luego aumentaron a 30 millones de barriles.
"Uno de los agentes estadounidenses del FBI, que participa en la investigación de la Conexión Puerto Rico, comentó que el desfalco en Segalmex no obedecería a un pésimo manejo administrativo, sino a una operación secreta de México con Venezuela", comenta Rivapalacio en su columna publicada el pasado jueves, en la que habla de una investigación del gobierno de Estados Unidos a militares y directivos de PDVSA, la petrolera de Venezuela, por temas de lavado de dinero en Cancún, los cuales estarían a su vez vinculados, a través de la llamada Conexión Puerto Rico, en su capítulo México, al intercambio de alimentos por petróleo con el gobierno mexicano.
Así que, detrás del fraude multimillonario de Segalmex, el que ya muchos catalogan como el mayor saqueo de recursos públicos documentado en la historia reciente del país, parece haber mucho más de lo que se nos ha dicho en las investigaciones de la FGR y en el discurso oficial. A este paso resultará que ni fue obra de "priistas mañosos" ni todo fue sólo corrupción de funcionarios menores ambiciosos y corruptos, sino también una maniobra ordenada desde el más alto nivel de la 4T para saquear los recursos de los mexicanos, en forma de alimentos y granos, enviados a los amigos dictadores de este gobierno.