Existe un concepto de gran importancia que todos deberíamos conocer, es el concepto de huella hídrica. Esta huella hídrica es la suma del agua de uso directo y el agua de uso indirecto que utilizan las personas, las regiones y los países.
El agua de uso directo es referente a la que usamos para necesidades básicas, tomar, preparar alimentos, lavar ropa, lavar coche, limpiar el hogar, etc.
El agua de uso indirecto es en cambio el agua invisible, el agua que se utiliza para los productos y servicios que utiliza un país. Cada país tiene diferente consumo de productos y esto genera que los países con poca agua disponible hayan optado por importar productos cuya producción gasta muchos recursos. Los países importan agua invisible y los países en desarrollo exporta productos (con agua invisible) por necesidad de crecimiento. Producir carne, ropa, bebidas azucaradas, incluso producir azúcar requiere mucha agua.
La huella hídrica se contabiliza en los países y los mayores consumidores son China, EUA, Canadá, países que ni siquiera ponen en riesgo su gobernanza hídrica. En cambio países como México son grandes exportadores de agua invisible y los productos que importa no se comparan con la salida de agua del país. Mientras tanto existen regiones del país sin acceso a agua potable o la calidad es pésima.
Existen varias iniciativas en análisis en el Senado sobre la Ley de aguas nacionales. En Nuevo León el poder legislativo reformó la Constitución Estatal para establecer principios rectores en cuanto a el suministro de agua, estableciendo que sea primero el agua para uso doméstico y después los otros usos, agrícola e industrial. Sin embargo, esta reforma este detenida por la falta de publicación en el Periódico oficial de Nuevo León.
Los países y estados prefieren reservar el agua disponible para productos que finalmente se exportarán. Vale la pena reflexionar si queremos un país de derechos humanos o una maquila para satisfacer las necesidades de los extranjeros mientras los propios ciudadanos sufren.