En la presente semana, el Congreso del Estado tomó una decisión trascendente e histórica, a fin de avalar la concesión para la construcción de un nuevo estadio de fútbol para los campeones del futbol mexicano, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
En la Comisión de Desarrollo Urbano que me toca presidir, se analizaron todos los documentos que nos hicieron llegar para este fin, en una labor que ha resultado en algunas modificaciones al proyecto original.
Estas modificaciones, buscan articular mejor el contrato de concesión mediante actos jurídicos que exijan plazos y términos para garantizar el proyecto.
Además, también incluyen una supervisión en el caso de emplear recursos públicos para esta obra, algo muy necesario, además de buscar proteger el patrimonio de la Universidad Autónoma de Nuevo León, nuestra Máxima Casa de Estudios.
El futbol representa una parte fundamental de la cultura de nuestro estado y ha fomentado que cada vez más jóvenes practiquen este deporte. Es por ello, que, con la construcción del estadio en mención, podremos dar cumplimiento con lo dispuesto en el párrafo treceavo del artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual señala lo siguiente:
Artículo 4°:
Toda Persona tiene derecho a la cultura física y la práctica del deporte corresponde al estado su promoción fomento y estímulo conforme a las leyes en la materia.
Por lo tanto, como Poder Legislativo debemos tomar las acciones correspondientes para el fomento de la cultura y el deporte en nuestro Estado.