Errores de gobierno

Bonifacio Salinas Leal cerró su mandato constitucional al frente del gobierno de Nuevo León al entregar el poder a Arturo B. de la Garza el 4 de octubre de 1943.

En su último día de actividades, el gobernador entregó a los nuevoleoneses el Centro Penitenciario del Topo Chico que hoy, 30 de septiembre del 2019, cerrará oficialmente sus puertas y será Jaime Rodríguez Calderón quien como mero simbolismo colocará un candado para declarar formalmente concluidos los servicios de esta penitenciaría.

Echando un vistazo hacia atrás, muy atrás, no me queda menos que admirar el gran trabajo que en su momento realizó el general de brigada Bonifacio Salinas, para hacer de Nuevo León un estado más pujante, pues además del Centro penitenciario, le dio especial empuje al tema educativo al construir grandes espacios para que la niñez tuviera un lugar donde prepararse, adquirir conocimientos y buscar un futuro decoroso.

Fue bajo su gobierno que se le dio identidad heráldica a Nuevo León con el escudo que todos conocemos hoy y en su mandato, el estado fue sede de un encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y México, Franklin D. Roosevelt y Manuel Ávila Camacho.

“¿Creen que he cometido algún error en el gobierno”, preguntó apenas el viernes Jaime Rodríguez Calderón a vecinos del sur del Estado, al respecto de la sanción que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación demandó al Congreso le impusiera por el caso de la recopilación de firmas rumbo a sus aspiraciones presidenciales.

Bronco busca defenderse y acudió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Retirar la gratuidad dominical al Metro, quedarle mal a los jóvenes con los apoyos al transporte, mantener en rojo los números en materia de seguridad, tener un estado seriamente endeudado, cruzarse de brazos en el tema del transporte son asignaturas que seguro responden la pregunta del gobernador.

Así como hizo de las redes sociales su aliada para ganar popularidad y convertirse en el primer gobernador independiente en la historia de Nuevo León, debería lanzar este cuestionamiento para que le sirva de termómetro y vea que quienes ayer creyeron en él, hoy se han desencantado.

Mientras Bonifacio Salinas Leal construyó escuelas y las dotó de lo necesario para que los niños estudiaran, Rodríguez Calderón no puede tener en tiempo y forma las aulas móviles para iniciar el ciclo escolar; es más, si fuéramos ambiciosos y visionarios, debería pensarse en soluciones definitivas y de mejor calidad, como construir nuevos centros educativos.

Claro, el Nuevo León de Salinas Leal no es el mismo de El Bronco, pero el primero se tomó en serio el arte de gobernar,  supo ver a futuro, sentar bases para cosas nuevas y hasta dejó excedentes en las arcas del Estado para que su sucesor pudiera empezar con el pie derecho, su administración.

Así como no supo mantener la paz en los penales de la entidad, Bronco tampoco pudo continuar la obra que se inició en Mina y que tendría lejos de la mancha urbana a la gente que debe pagar sus deudas con la sociedad.

La historia ya juzgó y colocó en tremendo gran nivel a Bonifacio Salinas Leal. Veamos qué le depara al Ejecutivo en turno.

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