Para desgracia de nosotros los ciudadanos nuevoleoneses, todo lo que hagan las distintas autoridades locales y grupos políticos de aquí en adelante deberemos leerlo en la clave 2027, es decir, con miras a la sucesión gubernamental que se llevará a cabo ese año.
Aunque Samuel García no lo diga abiertamente, está pensando en el séptimo año de su gobierno. Él recuerda que los últimos dos gobernadores han tenido que vestir el uniforme naranja de los reclusorios estatales y piensa en cómo evitar ese destino.
Tiene varias opciones para ello, se decantará por la que le asegure una vida tranquila después de su tempestuoso paso por la gubernatura. Probablemente negociará con el gobierno federal la entrega de la gubernatura al candidato que postule Morena, tal y como lo hicieron diferentes gobernadores priistas durante el sexenio federal anterior, quienes fueron premiados con la impunidad y algunos hasta con puestos en el servicio exterior.
Samuel es un personaje que ganó popularidad y la gubernatura porque había un descontento social contra los partidos tradicionales y Jaime Rodríguez inutilizó la vía de las candidaturas independientes, no tanto por su popularidad, o la de su esposa en redes sociales, sino gracias al apoyo de grupos del poder fáctico que se inclinaron por su candidatura.
PRI y PAN por su parte, poco o nada tuvieron para ofrecer a los electores, el primero porque impulsó a una figura que si bien tenía buena imagen, lo acontecido durante la campaña lo hizo aparecer como un riesgo para la privacidad de todos, o al menos eso se vislumbró luego de que se dio a conocer el video de Clara Luz con el líder de Nxivm, filtración que se atribuyó al candidato priista correcta o incorrectamente.
El PAN jugó con otra lógica, sus líderes reales, el poder fáctico, no deseaba, ni aún lo desea, tener un gobernador de su partido ya que ello iría en contra de los intereses de tales líderes, por lo que prefirieron conservar sus cotos de poder y dejaron en la orfandad a su candidato.
Ahora la oposición, el PRIAN actúa en “clave 2027”, lo cual se manifiesta de manera obvia en el “paquete de juicios políticos contra Samuel” presentado por los dirigentes de PRI y PAN ante el Congreso estatal, no criticamos el hecho, los partidos están en su derecho de hacerlo, solamente consignamos que tiene que ver con el futuro electoral.
Si unos y otros, el grupo en el gobierno y la oposición, realmente estuvieran pensando en los ciudadanos, ya habría presupuesto para terminar las obras de las nuevas líneas del Metro y no se hubiera cancelado la Línea 5, también tendríamos un presupuesto aprobado, un Fiscal titular y ya entre todos estarían presionando para que las crisis relacionadas con el abasto de agua al área metropolitana de Monterrey fueran cosa del pasado.
Pero no es así, cada uno actúa de la forma que más le favorece para 2027, hay que pensar en los pasos a seguir para que paguen las consecuencias. Al fin y al cabo el poder reside en el pueblo… ¿o no?