"Es necesario un nuevo analista para esa nueva era, del Otro que no existe."
Jorge Forbes
Partamos rápidamente de una pregunta –¿acaso lo podríamos hacer de otra forma? –. ¿Por qué sostenemos que el stand-up comedy y el psicoanálisis lacaniano son hoy más necesarios que nunca? Sin pretensiones de exhaustividad, comentemos algunos puntos:
1. Por una creciente ola de lo políticamente correcto, que nubla cualquier tipo de debate y reflexión, tanto de ideas como de prácticas, por a priori considerarlas ofensivas, y que ve en todo lo inédito una amenaza a la estabilidad, en lugar de una oportunidad de invención y amplificación.
2. Por un exceso de especialistas e intelectuales, anuncia desgracias (y ¡el colmo de los colmos! aun dentro del psicoanálisis) quienes proponen que ante los diversos malestares -¡las plagas del fin de los tiempos!- es urgente un guarecimiento en valores y tradiciones, conservadoras y disciplinarias, consideradas más puras.
3. Porque tanto el stand-up comedy como el psicoanálisis lacaniano se basan en una ética y no en una moralidad. Al tratar los impases que vivimos los humanos ambas prácticas intentan hablar de lo imposible a través de un medio decir de la verdad "Entre broma y broma...la verdad se asoma". Las dos son quehaceres de lo incompleto, que destraban, desarticulan, rompen pesadas cadenas - ¿o muestran que no hay cadena significante posible que dé cuenta de todo? -. Al apuntar hacia un más allá de toda significación; pasando de la racionalidad a la resonancia, sorprenden, sacuden, divierten y monstran, un savoir faire, no angustiado, ni fatalista, sino creativo y responsable con aquello que se escapa a nuestra comprensión, posibilitan formas singulares de lidiar con ese Real sin nombre ni ley.
El stand-up comedy y el psicoanálisis lacaniano: dos antídotos ante lo políticamente correcto. Cuando en 1909 Sigmund Freud fue invitado a la Clark University en Worchster, Massachusetts, Estados Unidos, a dictar sus "Cinco conferencias de introducción al psicoanálisis" y recibir un título honorario, Lacan relata que, en el trayecto en barco, con la Estatua de la Libertad de fondo, Freud le expresó a Carl Jung: "No saben que les traemos la peste."
Decíamos ya que lo políticamente correcto nubla y obstaculiza cualquier tipo de debate y reflexión por considerar a priori que muchas prácticas, ideas y formas de vida son "ofensivas". Como decíamos, el psicoanálisis lacaniano y el stand-up comedy responden con una ética del bien-decir y parten de la implicación y la responsabilidad del sujeto en todo momento. "De nuestra posición de sujeto, somos siempre responsables"[ ya que el stand-up comedy y el psicoanálisis lacaniano se caracterizan por tratar los asuntos humanos fuera del common sense plagado de lugares comunes. De ahí que un posible efecto, tanto de un asistente a un stand-up comedy como de un analizante en un análisis lacaniano, es no poder permanecer pasivo e indiferente ante lo que tratan, ya que ambos son quehaceres de contacto e implicación.
Intentaremos trabajar tal cuestión en dos aspectos: uno en relación con el psicoanálisis, lo que ha sido en estos más de cien años; el otro, tomando dos rasgos culturales predominantes en nuestro contexto actual: el miedo y la indignación. (Continuará)