Gota a gota el agua erosiona montañas, por más imponentes que sean. Y justamente así, de poco en poco, fueron llegando los miles de ciudadanos que participaron el domingo pasado en la marcha que diversas organizaciones civiles convocaron en defensa del INE, formalmente, pero en contra del presidente López Obrador, en realidad.
Cientos de miles, según los organizadores, desbordaron el Paseo de la Reforma, la avenida de la República, el Monumento a la Revolución y las calles vecinas.
Había tanta gente que cuando terminó de hablar José Woldenberg, el único orador oficial, todavía había gente esperando salir del Monumento a la Independencia.
Hubo momentos en los que sobre Paseo de la Reforma se veía un río de gente que iba al Monumento de la Revolución. Algo similar ocurrió en unas 30 ciudades del país.
La marcha del domingo 13 de noviembre fue un éxito total. Muestra de ello fue la irascible reacción en la Mañanera:
- "Las luchas, aun cuando se trate de mezquindades, requieren de perseverancia".
- "El éxito de la movilización de ayer es que la mayoría de la gente no participó, no pudieron".
- "Por eso fue extraordinaria la marcha de ayer, es fuera máscaras, el rey va desnudo, es un striptease político, público del conservadurismo. Porque todos ellos, o la mayoría, se decían independientes no partidistas, ciudadanos, además distintos".
- "Eso es lo que está en el fondo, eso y el que hayan perdido sus privilegios, el que ya no puedan robar, porque son muy corruptos, y son muy clasistas y son muy racistas".
- "¿Cuántos de los que fueron a la marcha? Que dije 60 mil y me fui, pero hasta arriba, ya hasta parezco simpatizante fifí. Pero, vamos, los que hayan participado".
- "Y no sólo no estoy de acuerdo con ellos, creo que no tienen vocación democrática; o sea, que son muchos de ellos, para no generalizar, simuladores".
El presidente mencionó a políticos que participaron, para denostar la marcha ciudadana: José Narro, Claudia Ruiz Massieu, Santiago Creel, Elba Esther Gordillo, Roberto Madrazo, Javier Lozano, Alejandro ‘Alito’ Moreno, José Narro, Beatriz Paredes, Carlos Medina Plascencia.
Tres días habló de la marcha. El miércoles, arrebatadamente, convocó a una gran movilización para demostrar que él es El Señor de las Marchas.
Un berrinche, pues.
"Entonces, va a haber una marcha. Nada más, como no cuentan bien, ahora el Reforma va a tener posibilidad de llamar de nuevo a sus notarios públicos y con alfileres para ver cuántos vamos a ser.
Interlocutor: ¿La encabezaría usted?
AMLO: La voy a encabezar.
Intervención: ¿De dónde a dónde?
AMLO: Del Ángel de la Independencia al Zócalo el domingo 27. Nos vamos a empezar a reunir a las 9:00 para que no nos pegue mucho el sol. Pero desde el Ángel.
Interlocutor: ¿Va a marchar usted?
AMLO: Yo voy a marchar.
Intervención: ¿Cuál es el motivo?
AMLO: El informe, cuatro años de transformación. Para ver también si la gente está contenta con la transformación, o sea, si vamos bien.
Interlocutor: ¿Es una muestra de músculo, presidente?
AMLO: No, es que íbamos a hacer de todas maneras el informe, pero ayuda la marcha. Además, ya me estoy 'hamburguesando' mucho".
Y aunque lo quiera disfrazar como la celebración de un triunfo, es todo lo contrario.
Como en el libro de El señor de las moscas, de William Golding (1954), El señor de las marchas quiere apropiarse de la movilización, tal como los protagonistas se peleaban por la caracola.
La marcha Reforma-Zócalo es el nuevo símbolo del poder: el poder ciudadano vs. el caduco poder del Estado.
Monitor republicano
Como dice YSQ, para los jóvenes: Cualquiera que haya participado en una marcha sabe que no pueden llegar a su destino y hacer un mitin político inmediatamente sin esperar, por lo menos un rato, a que lleguen los de atrás, y es necesario que tengan otros matraqueros, otros "Jesusos", que animen a los asistentes, mientras se congrega la mayoría. De nada.
Correo: anarciae@gmail.com