¡El pueblo decide quién es el que sigue!

Es un histórico e inédito proceso para dejar atrás el nefasto, anquilosado y antidemocrático sistema del "dedazo presidencial"

En la adelantada ruta de la sucesión presidencial del 2024, el Acuerdo para continuar y profundizar la Cuarta Transformación de México, suscrito por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), es un proceso que no violenta el marco constitucional ni legal en materia electoral.

Con base en los derechos de auto-organización y de autodeterminación de los partidos integrantes de la Coalición Juntos Haremos Historia, se llevó a cabo un proceso exclusivamente interno, pero totalmente abierto al pueblo, con métodos, tiempos y financiamiento para definir al Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.

Ni el Instituto Nacional Electoral (INE), ni el Frente Amplio Opositor pudieron impedir el proceso democrático, unitario, imparcial y transparente para elegir a quién deberá dar continuidad a la Cuarta Transformación de la vida pública de México y profundizar sus causas de manera radical.

Este ejercicio democrático provocó la creación de dos bloques: Morena-PT-Verde y PRI-PAN-PRD, antes acérrimos adversarios entre sí y ahora aliados bajo el conservadurismo neoliberal, quienes primero impugnaron el proceso ante el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero terminaron prácticamente copiándolo.

Aunque en el Acuerdo se estableció evitar debates públicos, la y los aspirantes a coordinar la defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila, Manuel Velasco Coello y José Gerardo Fernández Noroña sostuvieron un debate con altura de miras, no exento de críticas entre ellos y sus seguidores.

Una vez concluidos los 70 días de recorridos por el país -del 19 de junio al 27 de agosto-, para informar sobre los logros de la 4T y promover la democracia, se abre ahora el levantamiento de encuestas del 28 de agosto al 3 de septiembre, mediante cinco empresas externas seleccionadas por los aspirantes -excepto por el compañero Noroña- y con representantes de cada uno de ellos, previa justificación del uso de 5-cinco millones de pesos que los partidos acordaron repartirles de manera transparente y equitativa.

Del 4 al 6 de septiembre la Comisión de Encuestas procesará la información y entregará los resultados a la Comisión de Elecciones de los partidos aliados, para presentarlos públicamente con los seis participantes el miércoles 6 de septiembre, en lugar y hora por definir.

Es un histórico e inédito proceso para dejar atrás el nefasto, anquilosado y antidemocrático sistema del "dedazo presidencial".

Son los vientos del cambio y las nuevas prácticas que los partidos políticos coaligados están llevando a cabo, a través de asambleas informativas y consultas ciudadanas, donde los poderes fácticos ya no podrán imponer a la abanderada o el abanderado a la candidatura a la Presidencia de México ¡El pueblo decide quién es el sigue!

Es un proceso interno de elección bajo las reglas de Morena-PT-Verde, pero también bajo los lineamientos del INE, donde se prohibió al Presidente de la República, a gobernadores, legisladores, alcaldes y servidores públicos realizar proselitismo a favor de alguna o algún aspirante.

Este innovador ejercicio permitió además que la y los aspirantes promovieran la participación del pueblo en la vida democrática e impulsaran la revolución de conciencias, así como los procesos de formación política y la discusión pública del proyecto de Nación de manera libre y plural.

A pesar de suspicacias, cuestionamientos y críticas, es un proceso que de ninguna manera convalida regresar a los tiempos del PRI y del PAN.

El desarrollo de la nueva forma para seleccionar al principal servidor del pueblo mexicano, sin duda, es factible de mejora y de perfeccionamiento para fortalecer nuestra democracia partidista en próximas contiendas.

Hay garantes (pueblo, partidos y presidente) para que prevalezca como un proceso ejemplarmente democrático y así concluya e, independientemente de los resultados, se mantenga la unidad.

Aclaramos que compartimos nuestra opinión y esta información de carácter general con apego a las reglas del periodo de veda por las encuestas.