El fin de semana pasado, durante el recorrido de dos días a bordo del Tren Maya, el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó para hablar con su equipo más cercano y les dijo que para él era muy importante la entrega del "bastón de mando", porque aunque sea un acto simbólico de transferencia del poder –en tanto se hace oficial la entrega de la banda presidencial el 30 de septiembre del 2024–, significa ceder todas las decisiones transexenales, entre ellas las de los candidatos que van a competir el próximo año.
El Presidente platicó largo y tendido con cada uno de sus colaboradores, la mayoría de su gabinete legal y ampliado (secretarios y secretarias de Estado, directores de empresas estatales y titulares de organismos descentralizados de gobierno), así como su hijo Andy, a quien ve como su heredero y es muy cercano a la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum. Según fuentes que estuvieron presentes en el recorrido, AMLO les aseguró que no va a intervenir en el gobierno de su posible sucesora.
"No me voy a meter en nada en las candidaturas del 2024", les decía a todos. Por eso, agregó, hace varias semanas llevó a cabo una reunión en la que convocó a su gabinete para que le hicieran saber quiénes lo van a acompañar hasta el final de su administración. Aun cuando ha anunciado, por ejemplo, que Zoé Robledo no se iría a competir por la candidatura de Chiapas, o que Javier May sí buscaría la candidatura de Tabasco, el Presidente aseguró que "una vez entregando el bastón de mando", las decisiones serán de la "corcholata" ganadora y de Morena. Aunque se va a utilizar el mismo método de encuesta, sobre todo para los nueve estados que van a cambiar de gobierno, el peso de Sheinbaum y de Mario Delgado será muy importante a la hora de las definiciones.
Esta es la razón por la que los 22 gobernadores de Morena salieron en bloque este miércoles a respaldar el proceso de elección interna frente al exabrupto de Marcelo Ebrard. El respaldo, implícita o explícitamente, era para Claudia Sheinbaum, quien obtuvo cerca de 15 puntos arriba de Ebrard en las encuestas que se dieron a conocer. También esto explica por qué figuras morenistas que apoyaron a otras "corcholatas" desempolvaron sus fotos con la ex jefa de Gobierno para publicarlas en sus redes sociales como muestra de apoyo.
El mensaje del Presidente, el fin de semana pasado, corrió como pólvora entre los morenistas. "Sí va a cederle el poder y el control a Claudia", se sorprendían algunos. Y es que el presidente sí piensa irse a vivir a su rancho de Chiapas y no inmiscuirse en los planes y proyectos de la nueva presidenta. Les dijo que solamente va a enfocarse en terminar sus proyectos de infraestructura y otros como el del IMSS-Bienestar, para no dejar "obras y programas inconclusos". En el fondo tampoco quiere tomar responsabilidad de lo que haga bien o mal su sucesora, sino pasar a la historia como el fundador de la llamada "Cuarta Transformación", el que dejó los cimientos bien arraigados, y también el que le abrió la puerta a una mujer para convertirse por primera vez en presidenta.
Es por esto que el presidente dijo en confianza a sus colaboradores y empresarios amigos en el recorrido del Tren Maya que esta semana se dio el "destape" improbable del secretario de Seguridad Ciudadana de la CDXM, Omar García Harfuch, quien no era considerado como una opción realmente posible, pese a que siempre sale bien evaluado en las encuestas, pero ahora, al tener Claudia Sheinbaum el "bastón de mando", sí podrá impulsarlo como siempre lo quiso hacer. Es prácticamente un hecho que García Harfuch va a renunciar este fin de semana para entrar de lleno en la competencia por la capital, como ya lo hizo la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada.
Con el bastón de mando en la mano, Claudia Sheinbaum comenzó a ejercer el poder.
@MarioMal