El balance del sexenio: una economía blindada

La estabilidad macroeconómica de México es ejemplar, tal y como lo han precisado el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A partir del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en el 2018, la gran mayoría de los analistas apostaba a que la economía mexicana se iba a descomponer.

En los últimos meses del sexenio de Enrique Peña Nieto, por problemas de orden mundial y por el aumento del endeudamiento público, la economía empezó a afectarse de manera notable:

Las reservas bajaron de 193 mil millones de dólares a 173 mil millones de dólares.

Por el riesgo de enfrentar una posible macro devaluación, el tipo de cambio empezó a moverse de 18 pesos por dólar a 21 pesos.

La Bolsa Mexicana de Valores llegó a bajar de 47 mil puntos a 33 mil del Índice de Precios y Cotizaciones.

La inflación de 3 puntos empezó a correrse a alrededor de 5 puntos.

Los ingresos petroleros empezaron a disminuir.

Las remesas se estancaron.

Ante tal contexto apostaban los detractores a que el dólar, que empezó a costar 24 pesos por dólar, llegaría a 30 o 40 pesos, como una expresión de la incertidumbre, temor y desconfianza extrema hacia la nueva administración federal.

Esa visión catastrófica de los analistas quedó superada por el comportamiento de la economía en el actual sexenio, que a la fecha arroja cifras casi milagrosas.

El dólar se ha apreciado de 24 puntos a 17, fenómeno nunca antes visto en toda la historia económica de nuestro país.

Las reservas se han acrecentado de manera notable de 173 mil millones de dólares a 216 mil millones, como una demostración extrema del blindaje de nuestras finanzas.

Adicionalmente se cuenta con una línea de crédito extendida por los organismos internacionales por más de 100 mil millones de dólares.

Esta situación permite que cualquier estrategia de especulación o de desestabilización de nuestras finanzas públicas fracase de manera contundente y rotunda.

La estabilidad macroeconómica de México es ejemplar, tal y como lo han precisado el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La inversión extranjera directa ha crecido e incluso hay retorno de capitales, como un mensaje positivo de los mercados internacionales al blindaje y a la estabilidad de México y de su economía.

El humanismo mexicano en el aspecto social, político y económico también es ejemplar.

Por eso es importante que Claudia Sheinbaum consolide y profundice la transformación de México mediante el llamado segundo piso de la 4T durante el próximo sexenio.

El humanismo mexicano debe salir adelante ante el saldo tan positivo de nuestra economía, que ha permitido un alza histórica en la recuperación económica en salarios, al pasar de 88 pesos el salario mínimo a 248 pesos.

Ha promovido también una gran política de redistribución del ingreso a través de los programas sociales elevados a rango constitucional, a pesar de la crisis económica que provocó la pandemia del Covid-19.

Por todo ello la inflación sigue a la baja.

Sigamos adelante con el humanismo mexicano de nuestro compañero Presidente Andrés Manuel López Obrador.