El amor en tiempos del Covid

El amor es uno de los temas más importantes para el ser humano

El amor es uno de los temas más importantes para el ser humano, representa una experiencia emocional de gran calado, que  le permite crear un sentido de vida donde el vínculo humano se convierte en  su eje central, ya sea en  una relación de pareja como en una relación de amistad, el amor se coloca en el centro de la felicidad o en el ojo del huracán de la desdicha.

Como tema de reflexión filosófica, desde los griegos, hemos partido del supuesto de  que “El amor es la alegría de los buenos, la reflexión de los sabios, el asombro de los incrédulos”. Al ser “la alegría de los buenos” implica que el amor siempre busca el bien del otro, esta misma idea fue desarrollada posteriormente de manera muy clara por San Pablo en los Corintios, al señalar que el amor “no tiene envidia”, “no es arrogante”, “no se irrita”, “todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.Juan el evangelista lo resume  señalando que es el amor al prójimo lo que distinguirá al creyente del no creyente, es decir, se convierte en el mandamiento más relevante. También, según Platón, es “la reflexión de los sabios”, donde la felicidad nos remite al ejercicio de la virtud, el amor está en la raíz misma de la virtud.  También el amor es   “el asombro de los incrédulos”.   El amor se convierte en una fuerza que puede empujar al ser humano a realizar acciones asombrosas basadas en la fe en el otro, en la confianza  que se deposita en el ser amado.  Es tal la relevancia filosófica que podemos recordar a Erich Fromm, quien insistía al respecto al señalar que  “El amor es la única respuesta sensata y satisfactoria al problema de la existencia humana”. Hoy sabemos que el amor posee una base neurobiológica y corporal que lo sostiene en su versión inicial, como amor pasional o romántico, un período que puede mantenerse hasta por tres años, más allá de este lapsoinicial, es cuando comienza el verdadero trabajo del amor, el cual reside en la construcción de un vínculo recíproco a largo plazo de  admiración, respeto y confianza en el otro. Esta visiónquedó bien representada en la letra de la canción Mi linda esposa, de Josué (José Arturo Rodríguez González), compositor oriundo de Nuevo León.El 14 de febrero es una buena oportunidad para recordar esta temática que requiere de un análisis filosófico continuo, esto a pesar de que la fecha también representa un momento para fomentar la mercadotecnia y las ventas relacionadas con algunos símbolos del amor: flores, chocolates, peluches, libros, perfumes, joyería; aunque ahora conocemos de regalos más exóticos, especialmente pequeñas mascotas como los “mini-pigs”, conejos Holland-Lop, hurones y hámsteres rusos, además de los tradicionales cachorritos de perro o también pueden ser gatitos.  Lo más interesante se ha dado en el campo del mercado tradicional de las rosas que para colmo, sabemos que están pasando por tiempos difíciles, por el tema del confinamiento, el cierre de negocios no esenciales y, además, el frío. Pero un tema adicional, es que se trata de un negocio que afecta al medio ambiente, es preferible desde este punto de vista, que los amantes consideren en regalar plantas en unaminimaceta de barro, pueden ser las suculentas una muy buena opción. Además, las plantas poseen ese concepto de que representan, como el vínculo de amor entre los amantes, un ser vivo que requiere atención y cuidados especiales para su florecimiento. Un concepto que nos recuerda la máxima de Confucio, que aseguró que “Aquél que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio”.El amor implica una relación honesta, basada en un afecto sincero que “procure el bien ajeno”; cuando esta premisa falla, se produce el gran temor del enamorado: la traición. Un acto basado en el engaño y que trae consigo el desamor, la desilusión, la ruptura.¿Qué ha implicado el confinamiento sanitario para el amor? Partimos de la base inicial que el amor es una celebración de la vida, si pudiéramos representarlo pensaríamos en la fotografía de Alfred Eisenstaedt, intitulada  “V-J in Times Square”, de 1945, donde un marinero celebra la victoria de las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, y besa apasionadamente a una enfermera vestida completamente de blanco.  Una duda surge cuando volvemos a observar esta emblemática fotografía: ¿Podría ésta ser factible en tiempos de Covid-19? ¿Podría emularse utilizando forzosamente cubre bocas durante el acto del beso apasionado?Las restricciones sanitarias, el uso de mascarilla, el confinamiento obligatorio, el distanciamiento social, todo ello rompe la proximidad física que caracteriza al erotismo humano. En tiempos de Covid-19 se ha intensificado el uso de recursos tecnológicos para compensar estas nuevas condiciones de convivencia humana. El uso de las plataformas para entablar citas son  clave para pensar esta nueva forma de vincularse y abrirse al otro; las preferidas en México son Tinder, Bumble, Badoo y otras más. La búsqueda de pareja por diversas tecnologías de la comunicación, no son nuevas, la radio en la época de los años 70 del siglo pasado, ha sido un recurso importante, “Buscando a mi media naranja”, fue un programa de amplitud modulada en una estación que tenía como audiencia a la población rural, especialmente la que trabajaba ya en la ciudad, esa estación poseía las siglas de XEBJB. Posteriormente en los 90 se retomó este mismo concepto pero con locutores que ya no leían los datos que enviaban en sus cartas los interesados, sino que con la ayuda del teléfono, los hacían interactuar al aire, con la finalidad de que pudieran acordar una cita inicial. Estos formatos radiofónicos se replicaron en América Latina. Por otro lado, la televisión también desarrolló realitiesshows durante la primera década de este siglo, donde los participantes veían qué tan buen match realizaban, especialmente con respecto a un prospecto de “celebridad”, que era un soltero codiciado. Paralelo a estas opciones mediáticas, los chats en internet tuvieron su boom a principios de este siglo, posteriormente llegarían Facebook, Instagram, LinkedIn, Twitter, Whatsapp, Snapchat, entre otras; las redes sociales abrieron una posibilidad para conocer gente, más allá de los espacios del mundo social convencional: escuela, iglesia, centros comerciales, antros o clubs sociales.Como rezaba la canción de Yes, Lovewillfind a way, podemos actualizar esta consigna, señalando que hoy el amor se abre paso por las plataformas digitales y, como siempre, con los riesgos propios que implica conocer a nuevas personas por estos medios. El amor como búsqueda, como apertura hacia el otro, se proyecta en la red hacia el mundo, las nuevas plataformas permiten unir a los distantes, aproximar a los desconocidos, conectar con la otredad de una manera antes no imaginada.