Aunque en los últimos dos años no ha llovido agua, valga la redundancia, sí le ha llovido en su milpita al gobernador del estado, ya sea por una razón u otra. Y aunque ha salido, hasta el momento bien librado, los rasguños se le notan no en la piel sino en el proceder gubernamental. Y no tiene caso usar impermeable o paraguas si no ha llovido.
Y todavía falta la batalla madre. La más complicada. La más trascendente. El gobernador Samuel García tiene ante sí la decisión de si se va o no como candidato del partido Movimiento Ciudadano a competir por la presidencia de la república. Hasta el momento no ha dicho ni sí ni no. Pero todo parece indicar, como dicen los editorialistas, que sí va a ser el candidato presidencial por el partido naranja
Y entonces la rebaramamba. Como el gober tiene pleito casado con los diputados del Congreso local, está difícil que le otorguen el permiso para dejar vacante la silla estatal de gobierno, por eso ha recurrido al INE para que resuelva la controversia de su permiso para ausentarse, y si lo logra, entonces va al suelo su argumento de la vieja política, porque está mintiendo y siguiendo los pasos de un viejo político, su antecesor Jaime Rodríguez Calderón.
Pero en sus dos años de gobierno ha dado pasos importantes para el mejoramiento del estado. Están en proceso obras que cambiarán la faz del estado. Ha renovado la flota, en común acuerdo con los empresarios, de unidades de transporte urbano. Las unidades importadas son ecológicas, amigables con los usuarios y con mantenimiento barato. Hay quejas, sí, pero es por el re diseño de las rutas, pues se trata de hacerlas más cómodas y de fácil acceso a los usuarios.
Está a punto de terminar la construcción de la Presa Libertad, que vendría a aliviar la sed de los regiomontanos. Está en sus últimos detalles para empezar su llenado. Las lluvias recientes han favorecido la captación de agua. Esa presa duró seis años, los del sexenio anterior, sin ser terminada. Y en el mismo ramo se inauguró el segundo ducto de transportación de agua. Si cada obra va revestida de polémica, no es privativo de este gobierno, siempre ha sucedido así.
Como nunca en el estado se ha logrado bajar el índice de familias en pobreza extrema. Se les ha dotado de paquetes alimentarios, lo más triste que pueda existir dentro del factor social. Y se les ha proporcionado ofertas laborales, y se les ha enseñado un oficio.
El gobernador ha centrado su atención en la atracción de inversiones extranjeras. Por eso ha viajado. Cada viaje no ha sido inútil, ha traído empresas de corte mundial a operar en tierras nuevoleonesas, con lo cual habrá trabajo, inversiones, derrama económica. A las empresas no se les regala ni dinero ni exoneraciones, como sucedió en el sexenio de Rodrigo Medina, que le dio todo a KIA, sino facilidades para su instalación.
Eso con la idea de contratar mano de obra bien pagada, recurrir a proveedores locales, coordinación con las empresas locales, invertir en bienes y servicios, colaborar positivamente con las necesidades urgentes del estado en coyunturas difíciles.
En dos años ha habido errores, sin duda alguna. La desforestación del río Santa Catarina, la escasa reacción ante la inseguridad, las fallas de secretarios que han complicado la situación política.
Pero bueno, se está caminando.