Parece que hemos estado antes aquí, como si la historia se repitiera, después de todo esta es la tercera acusación contra Trump en solo cuatro meses. Pero esta no es solo una imputación más contra el expresidente. Esta es una acusación distinta. Es la más grave de todas. Y es la que mayores implicaciones tiene para la historia y para la democracia de Estados Unidos.
Hay que olvidarnos del fraude en los registros de negocio en el caso de Nueva York. O de los documentos clasificados en Florida. No es que no sean importantes, pero ninguno de esos casos se compara con este. Los crímenes de los que se le acusa ahora al expresidente Donald Trump, en la corte de Washington DC, tienen mucho mayor alcance. Si se comprueban los cargos, serán aquello por lo que el expresidente será recordado. Lincoln liberó a los esclavos, Reagan ganó la Guerra Fría, Trump, si es encontrado culpable, será recordado por haber tratado de robarse una elección.
Cuatro cargos pesan sobre Trump en este caso: conspiración contra Estados Unidos, conspiración para obstruir un proceso oficial, conspiración contra los votantes estadounidenses y obstrucción.
Es el crimen político más serio que puede cometerse en una democracia.
El documento firmado por el fiscal especial Jack Smith tiene 45 páginas y describe en detalle cómo el expresidente intentó cambiar los resultados electorales de 2020, sabiendo que sus afirmaciones de que hubo fraude eran falsas. Inventando evidencia, manipulando y presionando a funcionarios estatales para que sabotearan el proceso constitucional de certificación de los votos. Todo eso, según la acusación, terminó en una conspiración en contra de los Estados Unidos y sus votantes.
En el centro de todo está el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021: la turba, los videos de la multitud invadiendo el congreso, la violencia de aquel día y la muerte de oficiales de la Policía del Capitolio que resistían a los manifestantes. Siempre estarán esas imágenes para recordarnos la gravedad del caso y la forma en que esa conspiración para revertir los resultados de la elección, terminó en una tragedia.
La esencia de Estados Unidos, la piedra fundacional que define a este país estuvo en riesgo. La democracia en la línea. De eso trata este nuevo caso contra Trump.