El concepto de familia fue durante mucho tiempo rígido, existía solo un tipo de familia modelo al que debían aspirar todas las personas. Afortunadamente con el avance de derechos humanos las diferentes confirmaciones de familias han sido protegidas con mayor amplitud.
Aún faltan detalles por legislar, pero el camino se ve más claro. Ahora sabemos que las familias monoparentales, las de padres heterosexuales, las de parejas del mismo sexo, las de abuelos o tíos haciendo la valiosa labor de cuidar menores de edad, todas las familias son igual de valiosas.
En todos los tipos de familias se otorgan cuidados y amor, pero eso no es suficiente, se requiere fortalecer desde el legislativo la seguridad jurídica, patrimonial, herencias, alimentos, en casos de viudez, etc. Aún en nuestro país existen legislaciones que perpetúan la idea de que hay familias de primera o de segunda.
Los matrimonios heterosexuales son mejor protegidos que los de parejas del mismo sexo. Los integrantes de matrimonios son más protegidas que personas de concubinatos, esto afecta más a las mujeres que dedican su vida a las tareas domésticas.
Tenemos pendientes en todo el país, pero la SCJN ha avanzado en jurisprudencias que protegen a todos los núcleos familiares. Por lo general vemos solo lo malo, pero también hay que reconocer lo bueno. Gracias a las nuevas interpretaciones jurídicas personas vulnerables han sido protegidas de las mismas legislaciones mal escritas. Sigamos avanzando.