Debate mareado

Xóchitl se sigue mostrando abierta y receptiva. Con un diagnóstico claro de los problemas de la nación

Dos acontecimientos durante la semana aportan información significativa para nuestra decisión de voto de las próximas elecciones del 2 de junio: La concentración Marea Rosa y el último debate entre los candidatos a la presidencia de México.

La Marea Rosa es ya un movimiento ciudadano con capacidad de responder a las acciones de gobierno; será un buen ojo crítico. Xóchitl lo generó en pro del país; nos hizo despertar en la acción ante la realidad mexicana que nos ha castigado en calidad de vida y bienestar. Ciertamente Xóchitl no está sola, está respaldada por otras organizaciones que comparten la necesidad de recuperar México en todo sentido. No es un tema de partidos, aunque ya se colgaron los de la coalición, es de unidad.

El discurso de Xóchitl en la concentración de la Marea Rosa del domingo pasado fue extraordinario, fue esperanzador. Expresó ideas como "ciudadanos libres: gracias por defender la democracia...por defender el voto libre. Ustedes son lo mejor de México...han levantado la voz contra el autoritarismo y la mentira...han renovado nuestra esperanza".

"Antes que partido, tenemos República...tenemos democracia... tenemos a México. México es primero... estoy dando la batalla por tres valores fundamentales: vida, verdad, y libertad".

"He sentido el dolor y la desesperanza de la gente. He escuchado y abrazado a mexicanos que han sido maltratados en estos años oscuros y difíciles. A las mujeres que exigen igualdad...a los jóvenes que necesitan oportunidades...nos jugamos si los siguientes años serán de opresión, o de libertad...México será libre"

"Vamos a ganar para dar, no para recibir. Para competir, no para arrebatar...para escuchar, no para insultar...mara unir, no para dividir".

Habló de llevar medicinas, agua y atención a quienes viven en pobreza; para reconciliar a las víctimas con la justicia; para tener prosperidad y progreso".

Extraordinario mensaje y la participación ciudadana.

En cuanto al debate, fue un encuentro de descalificaciones.

Xóchitl desaprovechó el espacio y prefirió dar continuidad a los ataques contra Claudia y el gobierno de la 4T. Más que propuestas tuvo promesas. Dio datos y tuvo expresiones fuertes como "No es un trámite, señora Sheinbaum y eso me parece grave que usted se atreva a decirlo" para referirse a las declaraciones de la candidata oficial sobre la votación del 2 de junio en que señaló que faltaba el trámite minimizando la relevancia del ejercicio del voto.

También dijo "No es un apodo ni un insulto, sino una descripción de hechos" ante la orden del INE de eliminar la expresión de narco candidata o narco partido que utilizó también en el segundo debate. Su explicación fue que, según sus fuentes, Mario Delgado dirigente nacional de Morena, está siendo investigado en Estados Unidos por presuntos vínculos criminales y enriquecimiento ilícito. 

Xóchitl se sigue mostrando abierta y receptiva. Con un diagnóstico claro de los problemas de la nación.

Por su parte, Claudia continuó con su risa irónica y sin responder directamente a las alusiones; sigue presentando un informe de cuando fue Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Al igual que AMLO, dio los datos que quiso que no corresponden a la realidad que vivimos. Fue enfática en decir que es falso el autoritarismo que se les atribuye a los de la 4T e hizo referencias a la poca democracia en las épocas del PRI y PAN. No tuvo propuestas diferentes a las ya mencionadas en otros foros. Expresó que "primero los pobres" equivale a justicia y humanismo, "no hay marcha atrás en la transformación", expresó. Claudia en los tres debates fue la misma: no debate, no voltea, es repetitiva, tiene sus datos. No reconoce la realidad del país. Vive en el imaginario de AMLO. No se muestra empática.

Máynez no desaprovechó la ocasión para atacar a los prianistas, a los de la "vieja política". Fue el participante incómodo que le está dando reflectores a Movimiento Ciudadano. Quizá debió haberse eliminado del debate y dejar solo a las candidatas punteras. Sin embargo, hizo señalamientos interesantes como expresar que "el mejor programa social es el empleo digno" o promover la evolución de los programas sociales y evitar el adoctrinamiento en la educación. 

El bloque de las preguntas cruzadas entre los candidatos fue bueno. Se tocaron temas significativos como la representación plurinominal, prisión preventiva y gobiernos de coalición que mostraron la posición de los candidatos entre autoritarismo y democracia deliberativa. Lástima que el formato del debate no permitió profundizar.

En síntesis, el debate no aportó nada nuevo, pero sí confirma la visión totalmente opuesta del modelo de nación que Xóchitl y Claudia tienen en diagnóstico y visión para resolver. Basta ver la realidad del país en seguridad, salud, educación, justicia, corrupción e impunidad para confirmar que la 4T no solo no hizo nada para cambiar el país, sino que nos hundió en una crisis que pone en riesgo lo más importante que tenemos los mexicanos: libertad, democracia, bienestar y progreso.

Los hechos no se debaten. La próxima votación del 2 de junio demanda la unidad entre los mexicanos por el bien del país. 

Todos a votar. El abstencionismo es un voto para la continuidad de fracasos.

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com