Curioso y hasta irónico que el día 9 de julio se conmemore el Día Internacional de la Destrucción de las Armas de Fuego. Esta fecha fue auspiciada por la ONU desde el 2001 y digo, "curioso" porque mientras las Naciones Unidas y dos que tres organizaciones internacionales fomentan acabar con el tráfico de armas, en el mundo es creciente el número de tiroteos que acaban con vidas humanas.
Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre, OXFAM, es una organización británica no gubernamental fundada en 1942 y amén de la lucha contra la inanición y falta de alimentos, ha ido trabajando con los gobiernos para el desarme, especialmente químico.
La propia OXFAM ha dicho que la efeméride es una fecha en que todos los ciudadanos del mundo suman sus esfuerzos para sacar de circulación una gran cantidad de armas.
En promedio se estima que cada 9 de julio se logran destruir ochocientas mil armas de fuego, pero, cada vez que se destruye una, se fabrican diez que vienen a ocupar su lugar.
No se necesita cranear mucho para echar un vistazo y detectar que la laxitud institucional en el tema de armas se traduce en desgracia. Estados Unidos, hoy por hoy, viene cargando una enorme cruz sobre el particular.
Sin ser una cifra actualizada y como mero ejemplo, en los primeros 111 días de este 2023, el vecino país reportó 17 homicidios masivos con 89 víctimas mortales y aunque su presidente Joe Biden sea un promotor en cuanto a regular las armas de fuego, poco o nada pasa y los republicanos rechazan mayores restricciones o llevar un historial de las personas que adquieren este tipo de productos.
También como mero ejemplo, la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD), realizó un estudio que arroja que entre 2009 y 2019, y según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), el Gobierno de México tiene registros de 2 millones 12 mil 573 armas que ingresaron al país de manera ilegal, y de ellas todavía un gran porcentaje no se ha recuperado. Se estima que hay más de 1.7 millones de armas ilegales en circulación.
La existencia de armas de fuego sin control en la sociedad mexicana genera un riesgo en cuanto a posibles homicidios, accidentes, o diferentes delitos, añade el documento titulado "Armas de fuego en la sociedad mexicana. Riesgos para la paz y la seguridad pública", elaborada por el investigador Juan Pablo Aguirre Quezada.
The New York Times cita que países como Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Noruega, que vienen de una cultura de posesión de armas, decidieron endurecer sus sanciones y hoy en día, los resultados son muy diferentes a la estadística de Estados Unidos.
De México, el INEGI reporta en el primer semestre del 2022, 10 mil 594 muertes que involucran disparos con arma corta, rifle, escopeta o arma larga. Y supongo que es una numeralia que se queda corta, no porque el INEGI tenga "otros datos", sino porque en esta cifra no se refleja todo el espectro del crimen organizado.
Y aunque seguimos viendo que países enteros se enfrentan a conflictos bélicos, las organizaciones internacionales que promueven la destrucción de armas recomiendan que además de un marco legal más estricto, las autoridades involucren a la sociedad civil. Creo que esta es la respuesta corta; hay mucho por decir y más por hacer en la promoción y difusión de la paz.