Armas de fuego
Nelly Cepeda González
Estados Unidos es un país que lo tiene prácticamente todo, empezando por un buen nivel de vida de sus habitantes y creo que es justo decir que por ello, miles de personas hacen anualmente un peregrinaje en la búsqueda del denominado "sueño americano".
Tiene una población de 331 millones de habitantes y de acuerdo con la ONU, más de 50 millones de migrantes vive en la Unión Americana; su PIB, durante el primer trimestre, fue de 6.166.325 millones de euros, situándolo como la mejor economía del mundo... al menos por ahora.
En medio de su aparente bonanza económica y obvio, académica, ya que su grado de escolaridad promedio es de 17.3 años, en Estados Unidos sigue habiendo un día sí y al otro también, tiroteos, justamente cerca de centros escolares.
Esta nación se ha convertido en el país con más tiroteos en el mundo y citando cifras de la asociación Everytown for gun safety, en un año al menos 4 mil niños mueren durante estos hechos en EU; en el primer trimestre del año se han suscitado 33 acontecimientos con armas de fuego.
En 2022 fueron 51 tiroteos que arrojaron 40 víctimas, 32 de ellos estudiantes. Recién vamos recordando los acontecimientos de Uvalde, en Texas, donde la comunidad aún no supera el luto y el gran dolor.
Aunque pareciera que las balaceras al interior de escuelas son un fenómeno que se asocia con Estados Unidos, en México también se han presentado algunos casos aislados.
Durante el 2022, en el Colegio Cervantes, de Torreón, Coahuila, un estudiante de sexto de primaria, llevó dos armas a su escuela matado a su maestra y herido a seis personas para después suicidarse.
En Nuevo León (2017) vivimos los lamentables hechos en el Colegio Americano, donde un joven accionó el arma contra su maestra y dos alumnos, para culminar quitándose la vida.
Y en el Conalep 106 de Azcapotzalco (2017), un menor accionó por accidente una pistola tipo pluma, calibre 22, cuando se la mostraba a un compañero, lesionándolo en el muslo.
Dice el rotativo The New York Times que sólo se entiende la cantidad de tiroteos en el vecino país por la gran cantidad de armas en la calle y otros estudios científicos aseguran que los agresores son personas con una débil salud mental.
Para mi gusto, ambas cosas tienen sentido. Mientras se ande impunemente con armas, es fácil saber, enterarse o vivir un episodio que involucre armas de fuego; por otro lado, muchos de los agresores, se ha quedado asentado, han sido personas que han sido víctimas de acoso, de represión en su familia y su entorno, y digamos se "desfogan", armando episodios apocalípticos.
En todos los estados de EU es legal portar armas de fuego ocultas en público y en la mayoría de los estados es legal portar armas de fuego a la vista en público. Solo cinco estados, incluidos Nueva York, California y el Distrito de Columbia, prohíben a los ciudadanos llevar armas largas cargadas.
Académicos de las universidades de Boston, de Columbia y de Berna sostienen que, en primera instancia, Estados Unidos debería contar con un registro nacional de armas de fuego, que hasta ahora no existe; eso, sumado a otros estudios sobre las personas a quienes le son vendidas las armas, ayudarían a reducir el índice de mortalidad por este tipo de hechos.
Claro, son los especialistas los que hablan y tienen mucha razón; no obstante, creo que los acontecimientos de este tipo hablan de la descomposición del tejido social y en este contexto habría toda una tesis y acciones de gobernanza en las cuales también se debe trabajar.