Todavía no empiezan los calorones de a de veras y ya hay pleitos por el destino del agua, su abasto a la población, su servicio a las grandes empresas, Ternium, Cemex, las pedreras, los restaurantes, y próximamente Tesla, el agua destinada al cultivo y a la ganadería, el agua tratada, el agua que debemos ahorrar, el agua que a ver si pasa por mi casa. Por un lado y otro se escuchan voces de alarma. Y mientras los vendedores de aguas frescas en sus carritos con llantas de automóviles en el centro de la ciudad siempre tienen agua.
Lo cierto es que no hay agua suficiente para la población del área metropolitana de Monterrey y la que hay se va a acabar. Primero por lo irracional del trazo conductor diseñado hace muchos muchos años; segundo porque no existe una cultura del agua entre la población que enseñe sobre el uso indispensable, y no el derroche. Los ricos con sus albercas llenas. Además porque las fuentes de abasto siguen siendo las mismas mientras la población ha aumentado demográficamente. Y por supuesto las transas y los actos de corrupción de los funcionarios que dirigen la paraestatal que administra el servicio del agua.
Y todo se va en palabras palabras sin fundamento concreto. Que se va a traer agua del Río Pánuco. El presidente AMLO había dicho que no, ahora el gobernador de Nuevo León dice que sí. De la misma manera dijo que clausuraría la refinería de Pemex en Cadereyta por ser altamente contaminante y no pudo hacer nada ante el poder federal. Dijo ayer o antier que traerían agua de Brownsville al Cuchillo y de Matamoros a Cerro Prieto. También que solo debemos usar, como lo recomienda la ONU, 100 litros de agua al día. Y para eso organizó una Asociación.
"Si nos chiflamos en el consumo, en junio puede tronar", dijo el gobernador. Y es cierto. Es cierto porque no hay otras fuentes de abasto de agua. La perforación de pozos profundos, la cesión de agua de las empresas, la ausencia de lluvias, el aumento del calor, pintan un panorama tétrico. Y sí nos va a tronar la cosa porque estamos chiflados.
Además las propuestas de traer agua de otros lares son tardadas en su aplicación. Simplemente el etapa de permisos, estudios, reglamentos, duran años. Y la construcción dura más años. Entonces el agua no llega de un día para otro a Nuevo León. Y padecemos sed.
A ver ¿de dónde sacan agua para purificar y venderla Bonafont, E-Pura? Ahí está la respuesta al desabasto de agua para consumo humano. Ni modo que esas empresas, que son parte de otras empresas más grandes, utilicen agua tratada o fabriquen su propia agua o sea agua desalinizada de alguna planta que tengan por ahí escondida. Mientras, la población compra esa agua ante la deficiencia del servicio público de la empresa paraestatal. Doble ganancia para las empresas de agua purificada: obtienen el agua natural gratis y ganan al venderla envasada.
Ante tanta promesa, planes futuristas sin raíz, chorcha politiquera, rollos para congraciarse, el Gobernador Samuel García por fin le atinó: en junio truena la cosa.