Hace más de un mes el éxito político alcanzó a la abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo y a la mayoría de los candidatos de Morena que compitieron en las entidades federativas que fueron: en Chiapas, Eduardo Ramírez; en la Ciudad de México, Clara Brugada; en Morelos, Margarita González; en Puebla, Alejandro Armenta; en Tabasco, Javier May; en Veracruz, Rocío Nahle; y en Yucatán, Joaquín "Huacho" Díaz.
El objetivo se cumplió, se llegó a la meta obteniendo el resultado deseado. El referéndum de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador y la continuidad de la Cuarta Transformación, o segundo piso como se le llama ahora, bajo el mando de Claudia Sheinbaum fue lo que estuvo en juego en la elección y el pueblo votó masivamente a favor de ello.
Como lo ha venido haciendo la presidenta electa, debe de seguir administrando el éxito político obtenido; siendo ella una mujer muy analítica y mesurada, lo ha empezado a hacer muy bien. Prueba de ello han sido las designaciones de las mujeres y hombres que la acompañarán en su gabinete, como el nombramiento de esta semana de Lázaro Cárdenas Batel como Jefe de la Oficina de la Presidencia, así como la creación de un Consejo Asesor Empresarial bajo el liderazgo de Altagracia Gómez. Ambos personajes de notable experiencia en sus carteras, así como una sólida lealtad a la próxima mandataria.
Pero ojalá sólo fuera eso, a veces el éxito tiene otras pruebas cuando uno piensa que ya lo logró, ahora surgen otros retos; esto apenas está comenzando y el más difícil será gobernar.
El filósofo político Nicolás Maquiavelo dijo que es un defecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza. La presidenta electa no cayó en ese defecto y desde el momento en que se perfiló su victoria ha administrado el éxito, pues con su visión política y humanista ha advertido los grandes retos que su administración enfrentará y ha actuado para perfilar los cambios necesarios para cumplir las promesas de campaña que el electorado le confió.
Por ello, desde su triunfo comenzó la segunda prueba sobre la templanza de la científica Sheinbaum. Los retos, como la reforma al Poder Judicial, han recibido un espacio de la comentada democracia participativa para que todos opinen, que todos hablen y que propongan antes de realizarse el cambio.
Así, los coordinadores de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, y en el Senado, Ricardo Monreal, hace unos días le informaron a la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum el contenido de los primeros tres foros que se han llevado a cabo. Esta semana hubo otros.
Según la información proporcionada a la morenista, no hay tanta resistencia a la elección directa de ministros y magistrados, porque algunos de ellos se manifestaron de acuerdo, siempre y cuando se incluyan esas dos consideraciones.
La primera, que dicha elección sea gradual, es decir, que no se elijan todos el mismo día y, la segunda, que se incluyan en la redacción filtros para garantizar que quienes lleguen sean perfiles profesionales.
La mayoría dice "está bien, vamos a la elección", sólo con dos modalidades. Una modalidad es la gradualidad y los filtros, comisiones de evaluación, desempeño, experiencia en la materia, años de servicio en la materia, de tal suerte que no se cuelen ni compadres ni amigos, sino que sean los más profesionales, es un ejemplo.
También el presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera del lunes comentó que puede haber ajustes a su iniciativa para que se mejore, que se enriquezca.
Así es que el parlamento abierto está funcionando como espacio de intercambio de ideas y argumentos, algo que fortalece nuestro régimen democrático. Bien por los diálogos por la democracia participativa, que sin duda serán en beneficio de México.
*Abogado, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro: "El Ciudadano Republicano y la Cuarta Transformación".
@UlrichRichterM