El 2022 fue un año complejo. Pasará a la historia como aquel en el que el oficialismo se impuso para cambiar las reglas electorales a su exclusiva conveniencia, pasando por encima de la Constitución. Será recordado porque una mayoría legislativa avaló la militarización y la continuidad de una estrategia de seguridad que no ha dado resultados. Y también como el año con más periodistas asesinados desde que se tiene registro.
Sin embargo, el año que termina también ofrece un saldo positivo. Vimos a la ciudadanía salir a las calles para defender nuestra democracia. En todo el país, miles de personas se unieron con una sola exigencia: rechazar cualquier pretensión de cambiar el arreglo constitucional que nos garantiza elecciones libres y con equidad. Un mandato que los legisladores de oposición hicimos nuestro, refrendando nuestro papel como representantes de la voluntad de las y los ciudadanos.
El 2023 que está por comenzar en unos días será crucial para el futuro de México, pues tendrán lugar procesos de distinta naturaleza, pero de gran relevancia para nuestra democracia. Sobra decir, que más de uno exige nuestra atención y puntual seguimiento. Los más importantes, a mi juicio, son los siguientes:
En junio, los estados de Coahuila y de México celebrarán comicios para elegir a los titulares de su poder ejecutivo; además de la renovación del Congreso en el estado norteño. En ambas entidades, tenemos la oportunidad de construir una coalición ciudadana, que permita agrupar a sectores diversos en torno a causas, antes que partidos. Son procesos que pondrán a prueba a quienes reciban las candidaturas, a la oposición y a la sociedad civil, de cara a la elección de 2024. Debemos estar a la altura.
En abril, concluye el periodo de cuatro consejeros del INE. La Cámara de Diputados ya comenzó el proceso para elegir a quienes habrán de sustituirlos. Este proceso tiene importancia central para nuestra democracia: quienes sean electos estarán en el cargo hasta 2032. Las y los ciudadanos estamos llamados a ejercer presión, en todos los espacios, para garantizar que las y los nuevos consejeros estén acreditados por su trayectoria y solvencia técnica, no por su afinidad a una fuerza política o al actual gobierno. La tarea del comité Técnico de Evaluación merece un Observatorio ciudadano. No bajemos la guardia en la defensa del INE.
El 2 de enero, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación habrá de elegir a quien la presidirá por los próximos 4 años y encabezará también el Consejo de la Judicatura Federal. De esta definición dependerá, en buena medida, la independencia del máximo tribunal frente a las presiones ejercidas desde el Ejecutivo y la existencia de un contrapeso importante a las pretensiones del oficialismo. Destaca la posibilidad de que, por primera vez en su historia, la Corte sea presidida por una mujer.
Finalmente, iniciará formalmente el proceso electoral de 2024. Se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales; se renovarán ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, 30 congresos locales y cientos de municipios. Y, por supuesto, la Presidencia de la República. Será uno de los procesos electorales más complejos en la historia de México, no solo por el número de cargos en juego, sino por el cambio de las reglas para acceder al poder derivado de la reforma secundaria en materia electoral.
En 2022 aprendimos que la ciudadanía puede tomar en sus manos el destino de las decisiones que nos afectan a todas y a todos. 2023 será un año de definiciones para México. En cada una de ellas, nuestra responsabilidad es seguir dando la batalla en defensa de nuestro país y de nuestro futuro, con base en los principios de libertad, igualdad, justicia y democracia. En ello, pueden contar conmigo.
Senadora de la República