TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.-Cerca de tres mil migrantes iniciaron este domingo en Tapachula el "vía crucis migrante" hacia la Ciudad de México para mostrar la situación que padecen, y en protesta por el fallecimiento de 40 de ellos, el pasado 27 de marzo, en una estación oficial de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Irineo Mújica, director de la organización Pueblos sin Fronteras y organizador del recorrido, dijo que se requieren cambios estructurales en el Instituto Nacional de Migración (INM); "queremos justicia para los migrantes".
El contingente, conformado por hombres, mujeres y niños, con una cruz de madera al frente, salió a las seis de la mañana del parque Bicentenario de Tapachula, con el objetivo inicial de arribar al poblado Viva México, en las afueras de esa ciudad fronteriza, donde opera un puesto de inspección migratoria.
En entrevista, Mújica dijo que en el grupo van muchos centroamericanos y de nacionalidades representativas, pero no observaron "a la gente que tiene dinero como los de Bangladesh, o la India".
El director de la organización Pueblos sin Fronteras señaló que "van los que están; nos faltan 40", que murieron en Ciudad Juárez, por esa razón "vamos a ir a tratar de cuidar" a la mayoría de la comunidad migrante.
Lo cierto, agregó, es que los migrantes que están en Tapachula querían irse, "nadie los retiene excepto la política migratoria que es completamente brutal para mantener a las personas", afirmó.
Los víacrucis de migrantes han concluido en la basílica de Guadalupe, que representa para ellos un refugio, una zona en la que hasta de noche les han abierto las puertas, y esta vez no será la excepción de llegada.
Es nuestra fe es la que nos guía y que vamos "de la mano de Dios y de la Virgen de Guadalupe", confío Mújica.
La primera escala del viaje de este domingo será en Viva México. En el grupo, expuso, se integran muchas mujeres y niños, "cuando salgamos de aquí habrá el triple de gente porque se van a ir uniendo".
Cuestionado sobre si sus exigencias de reformas migratorias son coincidentes con las del sacerdote Alejandro Solalinde, el activista asentó que el religioso "quiere desaparecer el nombre del INM, proteger, pero a Andrés Manuel López Obrador".
Y, además, agregó, "no tiene poder, sino que los que tienen poder son Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación", Adán Augusto López Hernández y el presidente López Obrador.
Expresó que respeta la trayectoria de Solalinde; "ha trabajado muchos años, pero su visión está nublada por el presidente".
Realmente, precisó, "yo creo que ése no es el tema, sino la muerte de los compañeros migrantes, que es un crimen de Estado, aunque lo nieguen".
El tema es, cuestionó Mújica, por qué las autoridades responsables no hablan del caso, porque tanto el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Gobernación, López Hernández "no están diciendo nada" al respecto.
"Por qué a nadie le importa los 40, sólo le importa las elecciones, digo a nadie, quiero decir a nadie de los gobernantes que deberían estar", señaló.