"Tribunal de Disciplina Judicial no será inquisitivo"

El TDJ, que iniciará funciones el 1 de septiembre, revisará la conducta de jueces y magistrados, pero no intervendrá en el contenido de sus sentencias.

Bernardo Bátiz Vázquez, actual consejero de la Judicatura Federal y uno de los cinco magistrados que integrarán el Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), afirmó que el nuevo órgano no será una "Santa Inquisición" ni una "guillotina", sino una instancia que dictará resoluciones con base en pruebas y argumentos. 

En entrevista, aseguró que el objetivo es fortalecer la rendición de cuentas sin vulnerar la independencia judicial.

Aseguró que el TDJ comenzará a operar el próximo 1 de septiembre como parte de la reforma judicial impulsada recientemente. 

Bátiz explicó que su tarea principal será revisar la conducta de ministros, jueces y magistrados, pero no interferir en sus sentencias, ya que estas deben ser revisadas en otras instancias, como el propio Poder Judicial de la Federación o la Suprema Corte.

Desde su oficina en el sur de la capital, el también exprocurador de Justicia del entonces Distrito Federal subrayó que el tribunal buscará erradicar prácticas como el compadrazgo o el influyentismo que caracterizaron al antiguo régimen. "No vamos a seguir la cultura priista que recomendaba cómo resolver sentencias", dijo.

Durante la entrevista, también se refirió al episodio en que fue abucheado por jueces y magistrados durante una ceremonia de reconocimiento en la Escuela Judicial, a la que asistió acompañado por la ministra presidenta Norma Piña. "Me sentí molesto, fue una falta de respeto, pero así es la política", expresó, y señaló que algunos asistentes podrían haber sido llevados intencionalmente para increparlo.

Sobre la legitimidad de los "acordeones" usados durante el proceso judicial del 1 de junio, Bátiz opinó que eran necesarios como ayuda memoria y no representaban una violación a la libertad del voto

Expresó que los votantes participaron libremente y que los señalamientos en contra carecen de sustento legal.

Respecto a las posibles sanciones, detalló que podrían ir desde amonestaciones públicas o privadas hasta la destitución en casos graves. 

En caso de cese de algún juzgador, explicó que hay concursos y escuelas judiciales que garantizan la formación de nuevos aspirantes con respaldo ciudadano y profesional.

Admitió que será necesario reformar la Unidad General de Investigación de Responsabilidades Administrativas (UGIRA), que ahora pasará a formar parte del TDJ, para evitar que se enfoque en asuntos menores y pueda actuar como una especie de Ministerio Público interno con funciones claras y conocimiento sólido del Derecho.

El magistrado señaló que durante agosto definirán la sede y el protocolo de procedimientos del tribunal. 

También enfatizó que el respeto a la independencia judicial es un principio esencial, y que el tribunal no sancionará decisiones judiciales, ya que estas pueden ser revisadas por instancias superiores.

Finalmente, reconoció que el nepotismo sigue siendo un problema dentro del Poder Judicial, aunque ahora se presenta de forma encubierta. Reiteró que se aplicarán estrictamente las reglas para evitar favoritismos en las designaciones y fortalecer la legitimidad del sistema judicial ante la sociedad.