Durante la temporada navideña, los excesos en la alimentación, el consumo de alcohol, la falta de ejercicio y el estrés pueden aumentar significativamente el riesgo de problemas cardiovasculares, como infartos y otros trastornos cardíacos.
La doctora Gabriela Borrayo Sánchez, académica de la UNAM, señala que las enfermedades cardiovasculares, especialmente los infartos, son más frecuentes en diciembre y enero debido a factores como el descontrol de enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia) y el aumento de la obesidad, especialmente entre los jóvenes.
La obesidad, que afecta al 70% de la población mexicana, es un factor de riesgo principal para enfermedades del corazón. Se sabe con certeza que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en todo el mundo, incluido, por supuesto, nuestro país.
Otros factores como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol también contribuyen al riesgo de infarto.
Sin embargo, la doctora afirma que el 80% de los infartos pueden prevenirse adoptando un estilo de vida saludable, que incluye una dieta balanceada, ejercicio regular, manejo del estrés y un sueño adecuado.
Borrayo Sánchez destaca la importancia de mantener controladas las enfermedades crónicas y de realizar chequeos médicos periódicos.
Además, durante el invierno, las bajas temperaturas pueden fomentar el sedentarismo, aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares.