Entre llanto, aplausos y música de mariachi, Hipólito Mora, exlíder de las autodefensas en la tenencia de Felipe Carrillo Puerto, y dos de sus escoltas, Roberto Naranjo Andrade y Calixto Álvarez Andrade, fueron sepultados este sábado en esa localidad mejor conocida como La Ruana, del municipio de Buenavista, Michoacán.
Mora Chávez fue velado en su casa, en donde la mañana de este sábado sus hermanos le obsequiaron palabras de despedida y un minuto de aplausos.
De ahí, su cuerpo salió acompañado de una caravana de autos y personas que caminaron al lado de la carroza fúnebre con dirección a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en donde se ofreció una misa de cuerpo presente.
Si bien al velorio del fundador de las autodefensas no acudió mucha gente por miedo o agresiones, la iglesia ubicada en el centro de Michoacán estuvo llena de amigos y familiares de las víctimas, así como de más de 400 habitantes de La Ruana que se unieron en oración para desearles el descanso eterno.
Después de la misa, el cortejo fúnebre avanzó lentamente hasta llegar al cementerio ubicado en la periferia del pueblo.
Centenares de personas que acompañaban las camionetas que transportaban los cuerpos entonaron distintas canciones como tributo para despedir a Hipólito Mora y a dos de sus escoltas.
Al llegar al panteón, los tres cuerpos fueron sepultados con decenas de rosas lanzadas a los féretros y la canción Mi última caravana como tema de despedida.
El cuerpo del también productor de limón descansará en la misma tumba en la que se encuentran los restos de su hijo Manuel, quien fue asesinado en diciembre de 2014 en una emboscada.
Durante el recorrido de la casa del exlíder a la parroquia se pudo observar la presencia de la Guardia Civil de Michoacán, así como personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional.
Hipólito Mora, junto con tres de sus escoltas, fueron asesinados el jueves 29 de junio a manos de un grupo criminal.
Los informes refieren que el ataque estuvo conformado por al menos un centenar de sujetos armados, que se movilizaron en 30 camionetas.
La camioneta blindada de Mora Chávez fue siniestrada a tiros y, junto con el cuerpo del exlíder de las autodefensas en Michoacán, fueron quemados.