"Esa mampara se va porque se va", gritó y sentenció el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, mientras senadoras morenistas arrebataban la misma a las panistas que exigían secrecía en la votación de la terna para la presidencia de la CNDH ante las versiones de presiones a morenistas para reelegir a Rosario Piedra Ibarra. "Pedimos que retiren la mampara, no está en el acuerdo...vamos a reanudar la sesión, pero antes del proceso de votación... no le voy a dar la palabra a nadie y uno de los acuerdos de la Junta de Coordinación Política es que esa mampara sale del salón de sesiones", expuso ante la molestia de la oposición.
Abajo, las senadoras del PAN que introdujeron la mampara para el voto secreto eran derrotadas por las morenistas y Fernández Noroña subía el tono hasta empezar a gritar, azuzando a las oficialistas: "Esa mampara se va porque se va".
Al ver el jaloneo desde la Mesa directiva aseguró que es algo que se esperaba. En algún punto el senador exclamó "¡Qué violenta!".
Daba lectura a los acuerdos para el debate y la votación y prometió: "Y desde este momento hace un llamado a mantener la secrecía de su voto".
Ante la molestia de la oposición, Fernández Noroña decretó un nuevo receso de cinco minutos.
Lilly Téllez acusa que Adán Augusto ordenó romper casilla
La panista Lilly Téllez acusó que el coordinador de Morena, Adán Augusto López, ordenó que rompieran la casilla por lo que los morenistas actuaron siguiendo sus órdenes.
Por medio de su cuenta de X la panista señaló que la casilla fue dañada para "evitar el voto libre y secreto de la bancada de Morena".
Esto luego de que se dijera que se planeó pasar boletas marcadas anticipadamente a favor de Rosario Piedra Ibarra.
´Ha sido una mera simulación´
La reelección de Rosario Piedra Ibarra para un segundo periodo al frente de la Comisión Nacional de los Derechos (CNDH) por el oficialismo en el Senado de la República muestra que el proceso para elegir a la nueva ombudsperson fue una mera simulación y un trámite, coinciden en señalar exaspirantes a la presidencia del organismo, académicos y organizaciones de la sociedad civil. "Los legisladores son capaces de un servilismo sin límites, que hacen lo que se les ordena, lo que se les indica.
El Poder Legislativo no es el contrapeso que debe ser en una democracia. El papel del Poder Legislativo en una democracia es discutir con los legisladores de oposición las iniciativas, las decisiones, analizar, ponderar, y aquí podrían actuar con un servilismo verdaderamente vergonzoso al aceptar sumisamente, acríticamente, todo lo que se les indica", comentó el académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Luis de la Barreda Solórzano.
Expone que, al concretarse la reelección de Piedra Ibarra, el partido hegemónico en la Cámara Alta queda "como un conjunto de vasallos, de gente que no tiene un criterio propio, que no es capaz de hacer una ponderación, sino que hace lo que le indica el expresidente".