Cientos de miles de paisanos comenzaron su retorno a México para pasar las fiestas decembrinas con sus familias, en un contexto marcado por el endurecimiento de las redadas, detenciones y deportaciones contra migrantes en Estados Unidos impulsadas por Trump, así como por la creciente inseguridad, extorsiones y violencia que enfrentan al cruzar y transitar por territorio mexicano.
El regreso por carretera se ha convertido en lo que los propios migrantes califican como un "turismo de alto riesgo".
En redes sociales, los paisanos intercambian alertas, testimonios y recomendaciones, denuncian hasta ocho retenes en un solo trayecto y relatan cobros ilegales de entre 200 y mil dólares por familia, realizados por presuntos elementos de la Guardia Nacional, fiscalías estatales, supuestos agentes federales, militares y policías locales.
Javier Medina, migrante radicado desde hace 20 años en Austin, Texas, narró que decidió regresar a Guanajuato huyendo del acoso del ICE, pero encontró un panorama aún más adverso en México.
"Allá te persiguen por el color de la piel; acá te extorsionan autoridades y criminales. Sale más caro venir que quedarse", relató, tras pagar sobornos en distintos retenes durante su trayecto.
El paisano detalló que el primer retén de la Guardia Nacional, al salir de Reynosa rumbo a Monterrey, le costó 500 dólares, con el argumento de que transportaba una pantalla y tenis sin factura.
El alcalde de Delicias, Chihuahua, Jesús Valenciano, acusó la instalación de un retén ilegal atribuido a la FGR en la carretera Chihuahua–Juárez, donde presuntamente se cobran 200 dólares a los paisanos.
A ello se suman reportes de retenes falsos, asaltos armados y robos en carreteras de Coahuila, Durango, Sinaloa y Tamaulipas.
Desde Chicago, Carlos Arango, del Frente Nacional Migrante, advirtió que este año son menos las familias que viajan a México por el temor a ser detenidas incluso con residencia legal.
Denunció un "clima de terror" por los operativos del ICE, con helicópteros, armas largas y gases lacrimógenos, que han vaciado barrios tradicionalmente mexicanos como La Villita y Pilsen.
Activistas y migrantes denuncian cobros ilegales en garitas, aeropuertos y retenes, incluso tras recibir información del programa Bienvenido Paisano.
Videos que se han hecho virales muestran a agentes federales exigiendo hasta 15 mil pesos o 800 dólares para permitir el paso de familias provenientes de Texas, California o Utah.
Ante las denuncias, el titular del Instituto Nacional de Migración, Sergio Salomón Céspedes, aseguró que no se tolerará la corrupción y que ya fueron separados dos agentes migratorios implicados en actos de extorsión en Matamoros, Tamaulipas.
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que presentó denuncias ante la FGR y reiteró que no habrá tolerancia al abuso contra connacionales en tránsito.