La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que los problemas de México no pueden compararse con los de Canadá, pero "no por ello somos menos, nunca jamás", pues dicho socio comercial —puntualizó— enfrenta problemas graves de consumo de fentanilo.
"Las problemáticas son distintas, sí. Recientemente se dio a conocer, no tenía tanta información, pero Canadá también tiene un problema muy grave de consumo de fentanilo y en algunos estados o ciudades donde se liberó el consumo, se han generado problemas muy graves".
En conferencia de prensa del lunes, la titular del Ejecutivo dijo que el país que gobierna el primer ministro Justin Trudeau atraviesa problemas por la adicción a opioides sintéticos a diferencia de México, que registra un bajo nivel de consumo.
"Se hizo una encuesta y realmente no porque no haya problemas de adicción en México, los hay y los estamos atendiendo, pero no tiene que ver con este consumo de fentanilo que hay en Estados Unidos y Canadá. Entonces, sí somos distintos".
La Presidenta fue cuestionada por las declaraciones de Kirsten Hillman, embajadora canadiense, quien dijo que Trudeau explicó al presidente electo estadounidense, Donald Trump, que Canadá no es como México pues las fronteras de su país son "diferentes" a las mexicanas.
Sheinbaum comentó que "no sé a qué se refiere, no vamos a caer en una provocación de qué país es mejor, lo que sí es que a México se le respeta y más por nuestros socios comerciales".
La Mandataria rechazó la idea de comparar un país con otro porque hay problemas distintos.
Recordó que el próximo año en Canadá habrá elecciones y su gobierno siempre defenderá que no se utilice a México como parte de sus campañas. "Cada quien que vea por cada cual, y nos relacionamos, nos coordinamos, nos complementamos en temas de comercio y otras virtudes que tiene la relación bilateral y trilateral. No solamente de comercio y económica, sino también culturales, educativas y muchas otras relaciones que hay con Canadá".
Señaló que en el tema del fentanilo hay que colaborar para la atención a la inseguridad y el tráfico de drogas, pero también cada país debe atender el problema del consumo.
En ese contexto, la Presidenta rechazó que su gobierno vaya a negociar o permitir que el ejército de Estados Unidos intervenga en México contra los grupos del narcotráfico, como ha planteado Trump, que habrá colaboración con respeto a las soberanías de ambas naciones.