De enero a noviembre de este año, se suscitaron en Michoacán 2 mil 16 homicidios dolosos
Queda Michoacán a merced de la violencia
De enero a noviembre de este año, se suscitaron en Michoacán 2 mil 16 homicidios dolosos
Morelia, MICH / El Universal Michoacán cerrará este 2021 como el estado con mayor grado de violencia, además de un alza de asesinatos perpetrados en la zona centro del país. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró que, de enero a noviembre de este año, se suscitaron en Michoacán 2 mil 16 homicidios dolosos. Esa cifra representa un estimado de 183 asesinatos por mes, 45.8 por semana, 6.5 por día o un homicidio doloso cada 3.7 horas. Como referencia, durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto se perpetraron, en la entidad, de diciembre de 2012 a noviembre de 2018, 6 mil 943 homicidios dolosos. En apenas tres años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se han acumulado 6 mil 453 crímenes. Proliferación de grupos armados. Para el especialista en seguridad, Alejandro Hope, el grado de violencia en Michoacán ha aumentado, debido, en gran parte, a la proliferación de grupos armados diseminados en distintos puntos del estado. Consideró que lo que sucede en Michoacán es un caso extremo, ya que hay un triple proceso que ocurre en todo el país y aquí se muestra de manera clara. Primero, explicó, "un proceso de fragmentación, donde los viejos grupos criminales que tenían una estructura más o menos compleja y vertical se han venido rompiendo, y lo que tenemos es una proliferación de grupos a lo largo y ancho del territorio michoacano. Algunos con clara actividad criminal, otros no tanto, y donde es difícil distinguir a un grupo criminal con una autodefensa medianamente legítima". El experto reiteró, en ese sentido, que en Michoacán lo que proliferan son muchos grupos armados que se disputan el territorio. En segundo lugar, expuso que la diversificación de actividades criminales es otra de las causas de la elevada inseguridad. No se trata solamente del control y trasiego de drogas, puntualizó Hope, sino del manejo de las economías locales para extraer toda una serie de rentas de esos activos económicos. "Y estos flujos de ingreso pueden venir, sí, de la producción por ejemplo de metanfetaminas, pero también de la extorsión a los aguacateros, a los limoneros y productores de berries o la tala de montes, incluso de minería ilegal", aseveró. Explicó que en Michoacán hay una multiplicidad de actividades económicas que son el blanco de estos grupos armados. El tercer elemento tiene que ver con la dispersión de los grupos armados, donde ya no sólo es un tema particular en Tierra Caliente. "Ya está en más zonas del territorio michoacano; ya está en las tierras más altas y eso hace más compleja la atención al problema", advirtió. El también columnista de EL UNIVERSAL sostuvo que esa multiplicación de grupos armados y la diversificación de sus fuentes de ingreso hace mucho más difícil la construcción de arreglos informales que contengan la violencia.