Los partidos políticos han enviado sus propuestas de moderadores para los tres debates presidenciales a la Comisión de Debates del INE.
En el caso de Morena, PT y Partido Verde, proponen a mujeres como Denise Maerker, Yuridia Sierra, Michelle Rivera, Carolina Rocha y Azul Arriaga, y hombres como Javier Solórzano, Genaro Lozano, Juan Manuel Jiménez, Jaime Núñez y Juan Pablo Becerra.
Por otro lado, la coalición Fuerza y Corazón X México, integrada por PAN, PRI y PRD, sugiere a Azucena Uresti, Pamela Cerdeira, Paola Rojas, Elisa Alanís y Hania Novell para las mujeres, y a Carlos Loret de Mola, Manuel Feregrino, Leonardo Curzio, Leo Zuckerman, Manuel López San Martín y Juan Pablo de León para los hombres.
Por lo que los requisitos para ser moderador de los debates presidenciales serían;
Los perfiles deben contar con una trayectoria comprobada en el ejercicio periodístico o el análisis político, experiencia en la conducción de programas noticiosos, de debate o de análisis político en medios electrónicos o internet, conocimiento de los temas de coyuntura nacional, disponibilidad e interés en el proceso, compromiso de participar en capacitaciones y ensayos, así como involucrarse en los trabajos de planeación del debate.
Además, no deben haber sido sancionados por sentencia o determinación firme por Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género o estar inscritos en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por violencia política.
El último debate presidencial, celebrado el pasado 2 de junio, atrajo a una audiencia televisiva de más de 21 millones de personas en México, convirtiéndose en el programa más visto del año hasta el momento.
Esta alta audiencia reflejó el interés del público en conocer las propuestas finales de los candidatos rumbo a las elecciones del 6 de junio.
Además, el debate generó un gran impacto en las redes sociales, con más de 3 millones de tweets relacionados con el evento.
Entre los temas más discutidos estuvieron la economía, la seguridad y la corrupción, con los candidatos presentando cifras y estadísticas para respaldar sus argumentos.
Por ejemplo, se abordó el tema del crecimiento económico, con datos que mostraron un aumento del 2.7% en el primer trimestre del año, pero también una pérdida de más de 12 millones de empleos.