Tras la polémica sobre el presunto plagio en que incurrió la ministra de la Suprema Corte, Yasmin Esquivel Mossa, el abogado Édgar Ulises Báez Gutiérrez, quien supuestamente reconoció ante notario que tomó el proyecto que la ministra comenzó a elaborar desde 1985, sostuvo que su tesis es la original y que no ha sido llamado a testificar sobre el proceso de elaboración.
En entrevista con Eje Central, Báez Gutiérrez afirmó que "la lógica lo disipa todo: el que se titula primero evidentemente tiene el texto original".
Cuestionado sobre la carta que presentó Esquivel Mossa y donde se le cita reconociendo ante notario público que "de ese trabajo tomé varias referencias y texto", el abogado rechazó que haya testificado.
"Como dije antes, la lógica lo explica todo: una persona que se titula después no puede alegar plagio de una obra publicada previamente. No querer asimilarlo o comprenderlo es hacerse pato", agregó.
Además dijo que está dispuesto a acudir a cualquier instancia legal para demostrar que su texto es original, aunque por ahora su estado de salud lo obliga a estar postrado ya que aún se encuentra convaleciente de una neumonía y una operación de cataratas.
Durante la entrevista, el litigante señaló que durante el proceso de elaboración de su tesis en ningún momento conoció o trató con Yasmin Esquivel.
Sobre el tema de la misma, indicó que tenía conocimiento de que otros alumnos tenían las mismas inquietudes, y que fue su propia sinodal la que se lo sugirió aunque "siempre nos atendía a cada quien por su lado".
Báez Gutiérrez relató que fue la misma profesora Martha Rodríguez Ortiz, asesora de tesis de ambos estudiantes, quien les enumeró a los pasantes cuáles eran las temáticas más "relevantes" del momento para desarrollar una tesis, además de que ella también fue la encargada de orientar en las consultas de fuentes bibliográficas y hemerográficas durante el proceso de elaboración.
El abogado señaló que el hecho de que una ministra de la Suprema Corte haya podido plagiar su tesis de licenciatura es una acción que refleja una falta de valores.
"Cualquier persona está obligada a respetar la ley y respetar los valores humanos", sentenció.
Sobre el actuar de la profesora Martha Rodríguez, mencionó que como sinodal debió tener el valor humano de la honradez y denunciar el plagio.