Ciudad de México/El Universal.- "Nadie nos detuvo, gracias a Dios pudimos llegar", decía este jueves una migrante venezolana, quien al mediodía se bajó del tren en este municipio para caminar hasta el muro fronterizo y entregarse a Estados Unidos.
Como ella, cientos de migrantes de diversas nacionalidades arribaron este jueves a esta localidad, a pesar de los operativos y acuerdos realizados hace una semana entre los tres niveles de gobierno para frenar el flujo migratorio de las personas que viajan en los vagones del ferrocarril.
EL UNIVERSAL logró captar cómo los migrantes bajaban de los vagones atrás de la Fiscalía General del Estado (FGE), en la calle Aserraderos, para caminar por el eje vial Juan Gabriel y seguir su destino hasta llegar al muro fronterizo.
En ese lugar los migrantes aseguraron que ninguna autoridad les prohibió subirse al tren; algunos mencionaban que tampoco fueron revisados o tuvieron algún problema como robo o extorsiones. "Sí sabíamos que existe eso de que no quieren que nos subamos al tren, pero nadie nos detuvo.
Gracias a Dios pudimos llegar a la frontera", expresó una migrante venezolana, quien decidió omitir su nombre.
La mujer, quien viajaba con sus dos hijas, explicó que tomaron primero un tren en Torreón, Coahuila, para llegar a Chihuahua capital; el viaje duró dos días, pasaron viento, lluvia y calor en el trayecto.