Esta semana se popularizó el caso del perrito ‘Elektro’, un can de raza labrador que fue recibido por una sucursal de Elektra en Muzquiz, Coahuila y que murió de un infarto debido a la pirotecnia usada en la zona.
De acuerdo con la publicación de la página Huellitas con causa Muzquiz, ‘Elektro’, era un perro muy querido por muchas personas, quienes se acercaban al lugar para acariciarlo y juguetear con él.
Además, la página recomendó a seguidores y lectores que no tengan más perros si no les van a dar el cuidado necesario.
“Es muy dura la vida en la calle y corren muchos riegos, por eso, por favor, ya no reproduzcan tanto animalito y esterilicen a los que puedan y principalmente no traigan a sus animalitos en la calle y menos en estas fechas, pues se estresan, se pierden o los atropellan”, se lee en la publicación.
En uno de los comentarios, un usuario detalló la presunta muerte del can, comentando que el animal fue encontrado afuera de la tienda y habría muerto de un infarto, pues se estresaba con los sonidos fuertes y un grupo de personas se hallaba ‘tronando’ cuetes cerca del lugar.
Posteriormente, la página compartió una foto en memoria del perrito, detallando que había muerto por un infarto provocado por la pirotecnia.
“Según los datos recabados, mi amiguito había estado muy estresado por pirotecnia y según como se vio todo, le dio un infarto”.
El caso ha generado una conversación más sobre el uso de la pirotecnia y su falta de regularización alrededor de país, pues aunque forme parte de las tradiciones de fin de año, suele generar accidentes de consideración, contamina el medio ambiente y provoca daños en la salud de las mascotas y animales callejeros.