El Frente Cívico Nacional, junto a organizaciones que forman la Marea Rosa, protestaron al exterior del Instituto Nacional Electoral (INE), y su orador principal, Leonardo Valdés, exconsejero presidente del IFE, aseguró que la sobrerrepresentación de una fuerza política en la Cámara de Diputados es una distorsión de la voluntad de los ciudadanos que ejercieron su voto el 2 de junio, ya que sería un fraude a lo que establece la Carta Magna. "Si se otorga la salvaje e inconstitucional sobrerrepresentación al oficialismo en la Cámara de Diputados, se le permitiría a éste modificar la Constitución ignorando a 46% de los electores que no votaron por ellos, es decir, a más de 27 millones de ciudadanos", denunció Valdés.
Al respecto, Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, destacó que el partido oficialista se quiere robar 10 millones de votos, y advirtió que "pelearán duro" y tomarán las calles si el INE avala una sobrerrepresentación de curules para el partido gobernante, más allá de lo que fija la Constitución.
El exconsejero demandó que prevalezca una interpretación histórica, sistemática, teológica y garantista que preserve el espíritu de la Carta Magna y los derechos de las minorías, con el límite de 300 diputados para la coalición de Morena y sus aliados.
Además el exconsejero reiteró que existe un objetivo explícito en las reformas electorales de la última década, la cual es que ninguna fuerza política pueda por sí sola modificar la Constitución mexicana.
Sin embargo, argumentó que la Constitución establece dos límites, en la traducción de votos en escaños, primero al no poder existir una diferencia mayor de 8%, el segundo, que ninguna fuerza política puede tener más de 300 diputados.