A casi una semana de que fuerzas de seguridad ecuatorianas entraran por la fuerza en la embajada de México en Quito para aprehender al vicepresidente Jorge Glas, el gobierno mexicano acusó a Ecuador de cometer espionaje, interviniendo las comunicaciones telefónicas del lugar, previo a la irrupción.
En su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través del consultor jurídico de la Cancillería, Alejandro Celorio, informó que el país andino violó la Convención de Viena al intervenir las comunicaciones.
Previamente, la administración de AMLO denunció a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia, acusándolo de violar los tratados y convenciones diplomáticos.
Esta nueva acusación también fue interpuesta ante el organismo internacional, detallando que el gobierno del mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, instaló un vehículo militar en las inmediaciones de la embajada, desde donde se pudo haber realizado el espionaje.
Según Celorio, los integrantes de la embajada se percataron del vehículo el pasado 4 de abril, luego de que Roberto Canseco reportara su presencia al resto de miembros.
"Al compartir sus inquietudes y una fotografía del vehículo a miembros de la embajada, mencionaron que se trataba de un vehículo militar utilizado para intervenir comunicaciones celulares", describieron en la denuncia.
Además, reportaron que, durante la noche del viernes, 5 de abril, fecha en la que ocurrió el asalto, los teléfonos celulares no funcionaron, impidiendo la comunicación y un posible reporte de auxilio.
Asimismo, el gobierno nacional asegura que la irrupción no fue un hecho aislado, pues el personal sufrió intimidación dentro y fuera de la embajada, pues el subjefe de misión salió de las instalaciones del lugar y fue seguido por un sospechoso automóvil, correspondiente a los espías ecuatorianos.
"Los incidentes antes mencionados ilustran claramente la forma en que agentes del Estado ecuatoriano hostigaron a miembros de la Embajada", se lee en el documento.
Al poco tiempo de que ocurrieran los hechos en la capital de Ecuador, el presidente López Obrador anunció la suspensión de relaciones diplomáticas con el país sudamericano, elevando las tensiones entre ambas naciones y en el resto de la región.