México, cuarto país con más mujeres legisladoras

Diputados conmemoran 66 años del derecho al voto de la mujer en México

 

Ciudad de México.-La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas Hernández, destacó que México es el cuarto país a nivel mundial con más número de mujeres en el Congreso y el primero dentro de las 15 economías más grandes del orbe.

 Al conmemorar en sesión solemne el 66 aniversario del derecho al voto de la mujer en México, hizo un reconocimiento a las mujeres que abrieron camino, lucharon y dieron su vida por el anhelo de una sociedad más justa e igualitaria.

 “En homenaje a ellas, que ya no están, a quienes heredamos la responsabilidad de buscar la igualdad, y por las que vienen, el llamado es a la acción por una patria justa, incluyente, pacífica y con oportunidades para todas y todos”.

 Subrayó que “ahora corresponde a nosotras continuar su lucha para que nuestra presencia en esta cámara se traduzca en una mejor calidad de vida para nuestras representadas, en la erradicación de la violencia de género y del feminicidio”.

 Rojas Hernández sostuvo que, en esa vía, su actuación se debe traducir en políticas públicas que hagan compatible la vida laboral con la vida familiar, en igualdad salarial y una participación igualitaria de hombres y mujeres en otros ámbitos, como la academia y la empresa.

 “Corresponde también a nosotras sembrar nuevamente y allanar el camino para que las mujeres que vienen detrás de nosotras, nuestras hijas, nuestras nietas, para que sean ellas quienes terminen de construir el México que deseamos”.

 La legisladora planteó que a más de seis décadas del voto de la mujer los avances son innegables, al igual que los argumentos del “por qué sí de la representación política de las mujeres”.

 Un primer argumento de ello, definió, es por la legalidad, ya que hombres y mujeres somos iguales ante la ley y el ejercicio pleno de los derechos de todos debe ser garantizado.

 Un segundo elemento es por eficiencia, ya que si no hay mujeres se desperdicia la mitad del talento, mientras que un tercero, y quizá más importante, es por democracia, ya que un sistema político en el que la mitad de la población no tiene voz ni voto no podría ser representativo.